Acaba de
pasar otro día del descubrimiento de América y observo una vez más la cientos
de voces que se elevan indignadas contra esta fecha. Alegan que América no fue
descubierta, que los españoles lo único que vinieron a hacer fue a saquear,
robar y violar, que Colón era prácticamente un monstruo y que no hay nada que
celebrar sino lamentar publicando en sus redes de manera reiterativa y casi
compulsiva frases de Eduardo Galeano.
Y pongámonos
de acuerdo. Lo ocurrido durante la conquista fue terrible, se habla de saqueo y
es cierto, se hablan de violaciones, robos y asesinatos y no es menos falso;
civilizaciones antiguas fueron diezmadas por el arcabuz y el salvajismo de los
intrusos sedientos por las riquezas exuberantes de un nuevo mundo fascinante y
la codicia desmedida por el oro, pero reducir el encuentro de dos mundos a esto
es de una idiotez digna de un estudiante de colegio. Para empezar, si Colón no
se hubiera topado con América aquél lejano 12 de octubre de 1492, ninguno de
los camaradas que tan fervientemente protestan por este hecho existirían,
de hecho ni yo que estoy escribiendo este texto, ni usted que tan gentilmente
lo está leyendo estaríamos en este valle de lágrimas.
No somos
hijos solamente de las culturas precolombinas que moraron estas tierras sino
también de los saqueadores españoles y de los africanos que trajeron consigo la
tristeza de la esclavitud y su alegría innata. Somos a la vez hijos de
Quetzacoatl, Bachué, Jehová, Ochún y Yemanya, una sangre donde se mezclan tres
continente y donde despreciar y renegar de una parte de ella es escupir para
arriba.
El problema
es que juzgamos lo ocurrido –y ojo que no lo estoy justificando- con los
avances a nivel de derechos humanos que hemos hecho a lo largo de los siglos.
Así como se conquistó América, los romanos, por ejemplo, se adueñaron del mundo
conocido exterminando de la historia a ciertas civilizaciones (En Cartago, por
ejemplo, echaron sal en sus tierras para que no floreciera nada de nuevo), lo
mismo hicieron Alejandro Magno, o los persas, o los babilonios o...bueno ya
entienden el punto. La cuestión es que durante mucho tiempo quien era más débil
a nivel militar se convertía en el alimento de la potencia del momento.
Pero hemos
crecido como raza. Sabemos que está mal la conquista de otros pueblos (y sí, se
sigue haciendo pero por lo menos ya se usan excusas para encubrirlo, aunque eso
es otra historia), de pronto la invasión de los Nazis habría sido tolerada en
siglos pasados, pero no se puede juzgar con la óptica de los tiempos actuales
lo ocurrido hace poco más de medio milenio.
Dicen que
los españoles exterminaron a los indígenas, pero no es del todo cierto; y sí,
la sangre derramada por estos pueblos es incontable, la mayoría de los hijos
del mestizaje también lo son de violaciones pero no se puede hablar de la
desaparición de una raza, como sí ocurrió en Norteamérica, donde los ingleses
no se mezclaron con los nativos y donde ahora son muy pocos los que quedan,
prácticamente arrinconados en resguardos. Entre los conquistadores también
llegaron hombres que se maravillaron con la riqueza de estas tierras de
ensueño, hombres que dejaron testimonio en sus crónicas de animales fabulosos
de mitología, frutas, colores y olores que jamás habían visto o saboreado,
seres humanos que defendieron a los indígenas de los maltratos y que hicieron
de la causa de ellos, la suya propia.
Uno de los
argumentos de quienes denigran esta fecha es la generalización. Para ellos,
TODOS los españoles eran criminales y asesinos. ¿De verdad se puede ser tan
tonto? ¿Acaso eran nazis todos los alemanes? ¿Incluso las mujeres que
fueron violadas por los rusos y los niños que fueron llevados al campo de batalla
cuando se avecinaba el fin? ¿Son todos los gringos, ingleses, árabes
responsables de las conquistas que llevan a cabo sus dirigentes? ¿Somos
responsables TODOS los colombianos de los falsos positivos, las caballerizas de
Usaquen o los crímenes que se haya cometido contra Perú en la guerra que
tuvimos contra ese vecino país en 1930? ¿Cómo se puede ser tan idiota y no
morir en el intento?
El problema
de estos frenéticos amigos con alma de escolares es que idealizan las culturas
indígenas al extremo, así como el novio despechado idealiza la imagen de la
amada que le acaba de dar una patada en el culo. Según ellos, todos vivían en
paz hasta la llegada de los europeos cuando claramente no era así. De hecho, si
la conquista de América ocurrió, fue principalmente por la división y los
conflictos existentes entre los pueblos indígenas situación aprovechada por los
españoles para alcanzar con más facilidad sus objetivos. Así lo hizo Pizarro
con los hermanos Atahualpa y Huáscar en el imperio Inca y Hernán Cortés
quien agrupo a todas las tribus enemigas de los aztecas para acabar con sus
odiados enemigos (sin saber que ellos mismos estaban clavándose el cuchillo de
la derrota y la muerte).
No se puede
negar que la historia de América ha estado escrita con sangre, tanto en el
pasado como en el presente. Somos hijos de la muerte y la destrucción, pero
también de la adoración de la naturaleza, de los paisajes paradisíacos de este
continente y del idioma español. No vale la pena renegar del pasado y odiar a
nuestros propios ancestros sino al contrario, observar de manera calmada la
historia, comprenderla y no repetir sus errores sino nutrirse de ella para construir
un mejor futuro.
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