Título original: Virus
Editorial 531
280 páginas
Sinopsis: El apocalipsis estalla. En todas partes la gente se comporta de manera muy extraña y se atacan unos a otros sin motivo aparente. La muerte parece estar acechando en cada esquina, las comunicaciones colapsan, desplazarse se hace casi imposible y sobre la humanidad entera se cierne la bruma de la fatalidad, la posibilidad real de que el mundo, tal y como lo conocemos, llegue a su fin.
Iván, un exitoso banquero; Camilo, un ladrón de supermercados; Martina, una adolescente huérfana que acaba de dar su primer beso; y Azul, un perro callejero que no conoce el miedo, se unen en la búsqueda de Ximena, la esposa de Iván, quien tiene varias sorpresas aguardando, entre estas, que podría ser la clave para detener el caos reinante.
Los zombies son sin duda uno de los monstruos favoritos de todos los tiempos. Nadie imaginó nunca que esta historia de la mitología haitiana cogería tal fuerza que se convertiría en un referente actual de la temática del horror. Ahora es normal ver películas, series, libros y comics protagonizados por los no muertos o caminantes.
La temática zombie ha sido poco tratada en la literatura colombiana con algunas excepciones como la novela corta Muérdeme suavemente de Fernando Gómez y Ellas se están comiendo al gato de Miguel Ángel Manrique que si bien abordan este tema no lo hacen con la profundidad y fuerza de Alvaro (sí, el nombre es sin tilde) Vanegas, en la que es para mí la mejor historia de zombies que se ha escrito hasta el momento en Colombia.
Pero vamos desde el principio. Si algo caracteriza las historias de zombies, más allá de los muertos que se levantan de las tumbas y están sedientos de sangres y vísceras son los pobres desafortunados que tienen la desgracia de sobrevivir. En este relato los personajes están muy bien estructurados con los que el lector puede verse fácilmente identificado.
Por un lado tenemos a Iván, el protagonista, un hombre normal sin nada que lo distinga por encima de los demás quien busca en medio del fin del mundo a su esposa Ximena, la cual detrás de una aparente dulzura esconde un poco de sadismo fácilmente palpable con la aparición de las criaturas. A su lado están Azul, un fiel perro callejero, Camilo, un cínico ladrón de supermercados y Martina una adolescente traumada.
A pesar de que los personajes son pocos están tan bien construidos que son suficientes. Una de las cosas que más me gustaron de esta historia es que el autor no juzga ninguno de los actos de sus protagonistas como ocurre con otros escritores, simplemente los deja hacer, mostrándonos en ocasiones por medio de flashbacks la razón de sus acciones.
Junto a ellos la gran protagonista de esta historia es la ciudad. A pesar que el autor no quiso situar la acción en Bogotá, en cada una de sus páginas se respira el aire de, si no la capital, por lo menos una ciudad colombiana. La urbe deja de ser el refugio de todos para convertirse en la tierra de nadie, repleta no sólo de monstruos sedientos de carne sino de lunáticos, asesinos, sombras y trampas a la vuelta de la esquina.
Pero hablemos de los monstruos que supongo es lo que más le interesa a más de un lector. Virus adopta la figura del zombie rápido y fuerte adoptada por películas como 28 días después y que van en contra de lo que había planteado George Romero en sus primeros filmes. No podría decir que esto es bueno o malo, simplemente es algo diferente.
Lo que sí debo alabar de este libro son los sutiles cambios que da al zombie corriente como que muchas personas se infectan a través del aire (“¿Qué huele tan raro?” son sus últimas palabras), que las bestias conserven un dejo humano o que su punto débil no sea el cerebro sino el corazón.
A pesar de que se trata de un relato zombie, la historia no cae en los lugares comunes del gore. Cuando es necesario mostrar sangre lo hace sin escatimar en descripciones, pero evitando lo vulgar y lo sangriento por sí, cosa que beneficia enormemente al desarrollo de la historia.
Ahora bien, el ritmo de la historia es maravilloso. Rápido, vertiginoso, sin contemplaciones, con un ritmo ágil y fácilmente digerible, pero a la vez cuidado, cuando se debe matar a un personaje –así sea importante dentro de la trama- lo hace rápido, sin compasión, al igual que como ocurriría en un apocalipsis zombie, o en una guerra, o en la vida misma.
Alvaro Vanegas, se confiesa como un amante de las letras del Maestro del Terror, Stephen King, muchas de sus historias están imbuidas de su espíritu. Sin embargo, a lo largo de su proceso he podido observar que ha ido desarrollando un estilo propio, depurado, y ha sabido adaptar a su entorno sus propias pesadillas. Les recomiendo a ojo cerrado este libro y quedo a la espera de nuevas letras de este autor.
El autor con una de sus lectoras. |
Hola, en que librería aparte de panamericana encuentro virus, Gracias
ResponderEliminarHola Rasta Leo....el libro lo puedes encontrar en otras librerías como Tornamesa, Lerner, Casa Tomada, Luvina, La Madriguera del Conejo y el Fondo de Cultura Económico. Espero lo puedas conseguir.
EliminarGracias por leerme.
Hola alguien tiene la fecha de publicación
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