Es curioso, uno por lo general ve este tipo de películas, esta y la de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos de Jim Carrey y Kate Winslet cuando está en plena tusa (bueno y no solo eso, oye hasta el cansancio a Enrique Bunbury, se embriaga hasta que no puede más y la palabra favorita es ‘si’: “que hubiera pasado si hubiera hecho esto o aquello”) y es normal. En esos momentos nos gusta retorcernos en el dolor y la miseria, nos sentimos los más infelices sobre la tierra y queremos gritarle al mundo nuestro dolor y el de ese –o esa- miserable que tanto nos ha lastimado. Cuando ves la película en ese estado culpas a Summer, esa perra, del sufrimiento del pobre Tom, porque te ves reflejado en él, pero cuando la repites con la cabeza –el corazón- frío la percepción cambia totalmente.
Porque no. Summer no es la villana de esa historia. Desde el
principio fue clara con Tom y le dijo que no quería una relación seria; pero
Tom tampoco es el villano, nadie puede controlar de quién se enamora así jure
que no lo vaya a hacer. Y sí, ambos cometen errores, él la idealiza y se le
exige lo que ella nunca le prometió, y ella sabiendo que él no la ha superado
lo invita a una fiesta donde le restriega que está comprometida con otro. Pero
son cosas inevitables que pasan en el amor y en la vida.
Y lo digo con conocimiento de causa. He estado en ambas
posiciones. He amado un par de veces en la vida, de manera ciega e ingenua,
entregándolo todo, ignorando consejos y dejándome llevar por una palabra, una
mirada; pero también he estado en la otra orilla, he rechazado el amor puro que
me han ofrecido y algunas veces me he quedado por un cuerpo, una promesa, he
intentado no lastimar pero al final ha sido inevitable, de hecho creo que
lastimamos de maneras más crueles y duras cuando no queremos hacerlo.
Porque siempre somos el villano en la historia de amor de alguien, porque a pesar del tiempo compartido, los buenos
momentos, el no querer hacer daño, siempre habrá alguien que nos recordará con el desprecio de la ruptura final. Y siempre ese cuerpo que amamos y poseímos
se convertirá en un territorio hostil y los ojos que algunas veces depositaron
en nosotros las esperanzas de un futuro compartido se apagarán para nosotros de
manera inexorable.
Pero es normal. El amor no se puede exigir ni mendigar. Simplemente fluye, libre, desinteresado. Siempre cambiante, a veces
se acaba, otras muta y se transforma en algo más. El tiempo te enseña que no
hay héroes y villanos cuando se ama, solamente seres humanos que ven un brillo
especial que nadie más ve en otro y van vulnerables a ofrecer su alma. A veces
es correspondido y todo es felicidad, otras no y cada lluvia es como las
lágrimas de un corazón herido.
Y sin embargo, al final, porque siempre hay un final, quedan
los recuerdos por los buenos momentos, una frase cómplice, un beso o una
canción; incluso en las relaciones más desafortunadas hay enseñanzas de vida,
cicatrices que como tatuajes de un guerrero nos recuerdan que no todas las
personas son bondadosas y hay que escoger muy bien en quien confiar.
En la vida he conocido muchos tipos de amor y desamor. A
algunas personas nos cuesta mucho establecer este tipo de relaciones, yo por
ejemplo llevo siete años desde mi último noviazgo y a veces dudo de si sea
capaz de volver a hacerlo. Pero también conozco gente enamorada del amor, que
lo busca cada fin de semana, cada día, de manera desesperada; hay otros que lo
buscan en la carnalidad sensual de otros cuerpos y hay quienes incluso
renuncian a una pareja y lo han
encontrado en su dios. Los hay quienes
encuentran esa persona capaz de soportar sus luces y sus sombras, en la
tranquilidad de una complicidad de pareja y hay quienes redescubren ese brillo
especial en otra persona sin importar su sexo cada cierto tiempo….al final es
el amor lo que nos hace verdaderamente humanos y libres.
Ah, el amor y sus oscuros y vedados misterios….
...Y hay, al fin, quienes intentamos (torpemente, hay que decirlo) encontrar el amor en nosotros mismos, para compartirlo con otros en todos los "niveles" de amor: familiar, puramente romántico, idealista, abstracto, carnal... total. Buen post.
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