miércoles, 22 de abril de 2015

Canción de Hielo y Fuego y los signos zodiacales (II)

(Pueden leer  la primera parte donde hablo de Casas como Stark, Baratheon, Lannister y los Targaryen, acá: http://bit.ly/1PlVndc) 

Si no han leído los libros de la saga de Canción de Hielo o Fuego (también conocida como Juego de Tronos) o visto la serie, les recomiendo no seguir leyendo pues se harán spoilers hasta la temporada 4 de la serie (ALERTA SPOILERS) 


Casa Tully
Símbolo: Una trucha plateada, saltando sobre campo ondulado de azur y gules
Lema: Familia, deber, honor
Signo zodiacal: Piscis, el pez

La Casa Tully es una fiel representante de lo que es el signo Piscis, el pez. Son dulces, compasivos, sensibles, pero a la vez como ciertos peces les gusta nadar contra la corriente, guiados por su parecer a pesar de ir contra todo tipo de convenciones sociales y el qué diran.

Muchas de las características de este signo se ven reflejadas en dos personajes.  Uno de ellos es Catelyn Tully y el otro es Bynden, más conocido como el Pez Negro. Veamos, Catelyn hace suyo el lema de su Casa, anteponiendo la familia, el deber y el honor, lo hizo al tomar riesgos extremos por los suyos como enfrentarse desarmada a un asesino que quería acabar a su hijo Bran, irse a Desembarco del Rey a buscar a su esposo a advertirle de peligros o iniciar una guerra en los Siete Reinos sin importar las consecuencias solo porque alguien se metió con los suyos.

Por otro lado, tenemos a Brynden, de quien su hermano mayor dijo que era la oveja negra de la familia por no querer obedecer sus órdenes (las cuales eran casarse con alguien que él no quería), a lo cual Brynden dijo que ya que el símbolo de su familia era un pez, el sería el pez negro. De los piscis, este hombre hereda la rebeldía, el no dejarse gobernar por nadie más que él mismo, a pesar de lo cual nunca abandonó a su familia del todo, sino que siguió fiel a su hermano y su casa, demostrando en la lucha de los cinco reyes, su habilidad y ferocidad en la batalla.

Otro de los detalles importantes de Piscis es que suelen tener mayor sensibilidad hacia las cosas paranormales o los presentimientos y esto se comprueba durante la Boda Roja, pues es Catelyn quien descubre (aunque demasiado tarde) que los Frey están armados hasta los dientes cuando ellos están desarmados, mientras que el instinto Piscis de Brynden hace que precisamente momentos antes de la masacre  se vaya a orinar salvando así su vida…




Casa Frey
Símbolo: Dos torres gemelas azul oscuro sobre un fondo gris plateado
 Signo Zodiacal: Géminis, los gemelos

Un puente para atravesar un río. Tal es la principal riqueza de la Casa Frey en Westeros, el agua es siempre mutable, siempre se está moviendo de un lado para el otro, nunca se queda quieta y está constantemente cambiando de posición tal es el comportamiento de los Frey.

Lord Walder Frey es el amo y señor de esta familia y si dudan de su carácter geminian, solamente tengan en cuenta que este signo es uno de los más activos dentro del zodíaco y que Lord Walder ya supera los 90 años, sigue engendrando hijos, sobreviviendo a sus esposas y  parece estar en todas partes.

Una de las mejores características de aquellos nacidos bajo Mercurio es su habilidad para sacar la mejor tajada en los  negocios, ¿y qué mejor manera de comprobar esto que viendo lo que lograron los Frey cuando los Stark querían atravesar el puente? No solo llegaron a varios acuerdos beneficiosos para ellos  sino que lograron casar a Robb Stark, el heredero reinante de Winterfell con una de las tantas descendientes del gran patriarca de esta casa.

Esta misma habilidad les permite estar en la mayoría de las veces en el bando ganador. Fue así como los Frey no intervinieron en la rebelión de Robert Baratheon hasta que ya se sabía quien vencería (por esta maniobra ganarían el apelativo de El Tardío Lord Frey por parte de El Pez Negro) y supieron aliarse con los Lannister y los Bolton cuando vieron que el Joven Lobo se debilitaba a pesar de no haber perdido ninguna batalla usando como pretexto la deshonra a su casa.

Estas características (lo rápidos que son con el pensamiento, su inteligencia, la agilidad de sus palabras) mal usadas pueden convertir al nacido bajo este signo zodiacal en un experto mentiroso y no diré mucho más pero ahora me viene a la cabeza cierta familia que invitó a otra a una gran boda, compartió el pan y la sal en su casa con la promesa de una gran boda que terminó en algo completamente diferente…y rojo.




Casa Tyrell
Símbolo: Una rosa en oro sobre campo de sinople
Lema: Crecer fuerte
Signo zodiacal: Virgo, la virgen

Sí,  ya sé que en la entrega pasada había puesto que Virgo (junto a Libra) era signo regente de la Casa Stark y no me arrepiento de esto, pues los regentes de Winterfell poseen mucho de los rasgos de este signo, pero de igual manera me parece que la casa Tyrell quienes con el tiempo van adquiriendo mayor poder dentro de la trama tienen rasgos innegables de Virgo.

Comencemos por el signo en sí, Virgo es la virgen, la doncella y si ustedes se fijan detenidamente en la casa Tyrell quienes llevan las riendas son las mujeres. El líder de la casa es Mace Tyrell pero mientras él se preocupa más por ganar renombre es Lady Olena, la Reina de las Espinas, quien de manera sutil lleva los destinos de su casa. De igual manera, Margaery Tyrell, nieta de Olena y quien es –de momento- la reina de los Siete Reinos ha usado su encanto para manejar a su antojo a los tres esposos con los que ha estado casada hasta el momento.

Uno de los rasgos característicos de este signo es el esmero y la perfección con que hacen las cosas, y uno no puede menos que comprobarlo que cuando Lady Olena envenena al rey Joffrey haciendo todo de manera tan meticulosa que terminan culpando al pobre enano; o Margaery quien actúa de manera tan admirable, tan bondadosa, tan buena y tan pura que uno tiende a creer que ella podría ser la reencarnación de Baelor El Santo….pero no me fío.

Otro detalle a tener en cuenta es la belleza de este signo,  representada tanto en mujeres como en hombres, de hecho se dice que en ciertas ocasiones el encanto y la dignidad de los varones es tanto que puede parecer afeminado cuando no lo es....frase aplicable a Loras Tyrell, El Caballero de las Flores (aunque en este caso sí  ;) )





Petyr Baelish
Conocido como: Meñique
Cargos: Señor de Los Dedos
Consejero de la Moneda
Señor de Harrenhal
Señor Supremo del Tridente
Lord Protector del Nido de Águilas y del Valle de Arryn
Signo zodiacal: Capricornio

Habiendo tratado tantas Casas de alta alcurnia, y faltándome algunas más (como podrían ser los Greyjoy), se preguntarán porque he decidido ocuparme de una sola persona. Diré en mi defensa que este personaje tiene tal astucia y fuerza de carácter que ha sido en gran parte por sus acciones que el reino se ha tambaleado a su antojo, agregaré que en Lord Petyr se resumen todas las características tanto positivas como negativas de Capricornio.

La mayor característica de la cabra montesa es que siempre está escalando, tiene un objetivo en mente y no deja de perseguirlo ascendiendo cada vez más y más alto. Petyr Baelish nació de una Casa muy pobre y fue acogido como tutor por los Tully, el joven Baelish, apodado ‘Meñique’ por Edmure Tully debido a su contextura física y por sus tierras llamadas Los Dedos, quedó deslumbrado por la belleza de Catelyn Tully y la riqueza de la familia. Intentó conquistar el amor de la Tully quien estaba comprometida con Brandon Stark retándolo a duelo y casi muriendo en él por lo que decidió que su mejor arma para lograr sus objetivos sería su astucia.

Como buen capricornio que se respete no le gusta estar frente al reflector, le deja eso a  otros personajes con mayor ego como los Lannister o los Baratheon, mientras que él, desde las sombras maneja la situación a su antojo.

Su dedicación y eficiencia, otras de las cualidades de la cabra son evidentes. Se ha desempeñado de manera formidable en los cargos que ha tenido:  Como jefe del Control de Aduanas fue tan eficiente que Jon Arryn se lo llevó a Desembarco del Rey donde sirvió al rey como Consejero de la Moneda donde cada vez adquirió más protagonismo al extremo de que cuando dejo el cargo reemplazado por Tyrion Lannister, el pobre gnomo no sabía de dónde sacar plata…podríamos hablar de las dotes capricornianas para negociar y cómo de manera sutil logra una alianza entre los Tyrell y su rey lo cual salva a Desembarco del Rey durante el asedio del cabeciduro y taurino Stannis Baratheon.

Pero Meñique nunca deja de lado sus objetivos personales así lo parezca y  en sus rasgos capricornianos tristes y melancólicos –seguramente motivados por el desamor de Cat-  que oculta muy bien bajo su elegancia y sus acciones se va viendo que Capricornio siempre tiende a estar más y más arriba. En estos momentos El Nido es suyo pero para Petyr Baelish no hay límites. ¿Logrará la cabra llegar al Trono de Hierro?



Imágenes tomadas de: http://hieloyfuego.wikia.com/, la mejor guía para volverse un experto en los siete reinos.

martes, 14 de abril de 2015

Then he came

Entonces él llegó. No, la verdad es que aún no lo hacía pero sería pronto y debía estar listo para el momento. El hombre se asomó por la pequeña ventana de su apartamento, aquel pequeño agujero por donde podía ver el infinito, las estrellas, atardeceres pintados de mil colores y las diferentes vistas a los momentos de su vida, a lo que había hecho y dejado de hacer, a sus aciertos y errores.

El ocaso había llegado a la ciudad y esta vez era el gris el que inundaba cada una de sus calles y avenidas, se veía como una especie de niebla que engullía de manera cruel toda la urbe, sus ciudadanos y sus pequeños e insignificantes problemas. Se sirvió un vaso grande de whiskey y lo empezó  a bogar de manera lenta pero compulsiva dejando que el líquido ámbar se deslizará por la comisura de sus labios, ese era el ritual para que él llegara. Se sentó  en el fondo del cuarto y se sirvió dos copas más las cuales fue bebiendo mientras el momento se acercaba.

Pensaba en la vez en que fueron al campo.  En aquella ocasión, mamá y Laura se habían quedado en casa. Era una salida de hombres había dicho papá. Salieron de la ciudad y caminaron por horas enteras hasta llegar a un sitio descampado donde solo estaba el pasto, no había un árbol o un solo animal que los distrajera; en ese momento se habían convertido en los dos últimos seres que quedaban sobre la tierra. Se tumbaron en el suelo sin dialogar, la conversación no era el fuerte de ninguno de ellos y en silencio observaron el transcurrir del día. Al llegar la noche las estrellas inundaron el cielo como un enjambre de luciérnagas, él niño maravillado se levantó del suelo miró al padre a los ojos y preguntó,  ¿Por qué hay tantas estrellas en el cielo, papá?, el hombre miró de vuelta al niño buscando una respuesta ingeniosa, lo tomo de las manos y le dijo, Para recordar lo pequeños que somos.

Había pasado mucho tiempo desde esa noche y mucha agua había corrido bajo el puente. El niño creció, se casó, consiguió trabajo, dejó de hacerse preguntas sin respuestas sobre el firmamento, aprendió a mentir, tuvo hijos, los amó, se aburrió de ellos, volvió a quererlos, asesinó los sueños que alguna vez albergó su corazón, habló de fútbol, de política, de mujeres, experimentó pérdidas y algunos triunfos y las pequeñas rutinas y ceremonias cotidianas se convirtieron en el resumen de su vida.

  Y acá estaba de nuevo esperando a que él viniera de nuevo. Lo hacía siempre que quería. Los muertos nunca nos dejan del todo.  Necesitaba verlo, no sólo a él sino a todos los que se habían marchado. Había dejado de creer en el destino o en una fuerza superior al ver que moría gente más valiosa, más inocente, mejor que él. El alcohol lo ayudaba a verlos, hacía más fácil que sus sentidos se agudizaran y su percepción no fallara. Había creado una especie de rutina macabra donde los lunes lo veía a él, los martes, miércoles y jueves a la esposa y los chicos, el viernes a los amigos y sábados a mamá y a Laura.

A ellos, a los otros muertos, lo único que podía hacer era pedirles perdón. No valía la pena sin embargo: ellos solo lo observaban en silencio, nunca habían pronunciado una palabra y su mirada era una mezcla de compasión y tristeza que le taladraban el poco corazón que le quedaba. Aun así, hablaba en medio de susurros, preguntándoles si estaban bien y excusándose por no haber partido antes que ellos.

La hora estaba próxima. Lo noto en el instante que vio la pared, parecía líquida como si se derritiera y de sus resquicios saliera más y más whisky. Se levantó con dificultad, el suelo daba vueltas como si estuviera a bordo de un barco azotado por una tormenta, movió la cabeza a un  lado y lo vio. Finalmente había llegado. Su padre lo observaba con esa mezcla de tristeza, piedad y un breve reproche por haberse tomado la botella sin haberlo convidado a por lo menos una copa.

El hombre analizó a su progenitor. No tenía los ojos abiertos e inexpresivos como el  momento en que murió, ni los achaques de los últimos años; dicho sea de paso su papá lucía mucho más joven de lo que él se veía ahora, es que la vida te mata en vida pensó mientras avanzaba a trompicones a la vez que las paredes se seguían derritiendo de whisky y el techo parecía empezar a gotear más licor. El padre no se molestó en apoyar el caminar de su hijo, únicamente lo acompañaba de manera sigilosa a su lado. Finalmente llegaron a su destino, a la pequeña ventana que se había convertido en su universo.

Los muertos nunca nos abandonan, volvió a pensar el hombre, miró al cielo, al infinito y al enjambre de luciérnagas que parecían dispuestas a abalanzarse sobre la ciudad y preguntó:


¿Por qué hay tantas estrellas en el cielo, papá?