lunes, 26 de septiembre de 2011

Las críticas de Che Trosko: El Rey León

Nota
En  esta oportunidad  cedo este espacio a Che Trosko, quien me dijo que era necesario para la difusión de un importante mensaje,  además de amenazar con romper a pedradas los vidrios de mi casa si me rehusaba. Lean, si se atreven
Tm69

El Rey León o la tiranía del mundo animal
Por: Che Trosko.
Buenas tardes camaradas, queridos compañeros y compañeras.  Estoy aquí para advertirles de una película perjudicial para la sociedad, una cinta que impone  un sistema de gobierno obsoleto donde no existe la democracia e impera la monarquía, el nepotismo, la burocracia y hasta la plutocracia (viniendo de la mente retorcida de Disney me asombra que no veamos la Mickeycracia)
Se trata del Rey León, una cinta vomitada desde las mismas entrañas de la bestia, de ese país lleno de pitiyanquis y McDonalds, de ese infierno repleto de animales capitalistas dignos de esa tierra del Dr Moreau llamado Disneylandia.
Hace ya casi 40 años los camaradas Ariel Dorfman y Armand Martelart publicaron una obra de arte titulada ‘Para leer al pato Donald’, donde desenmascararon al impostor plumífero y su numerosa familia. Esa tira cómica –que nunca he leído- al igual que la película que aquí nos convoca, es una conspiración del Imperio para lavar el cerebro de los niños, ‘el futuro de la patria’. En el libro muestran a Patolandia como lo que es: Una metrópolis capitalista, doblegada ante el dinero y monopolio de ese tirano neoliberal conocido como Tio Rico quien domina los hilos de la ciudad como le viene en gana. Mi propósito con este panfleto es seguir el modelo de los compañeros y tragarme esta horrible película para advertirles de sus riesgos.
                                     La verdadera cara de Donald, un pato facista

Me dicen que ésta  salió originalmente en 1994…..en esa época no la vi porque era un niño que alternaba el vino caliente en termo, con discursos de Fidel Castro, el Che Guevara, canciones de Silvio Rodríguez y lo más selecto del cine cubano y norcoreano.  Fue mi amiga Lilianita quien me convenció de ver esta abominación que paso a relatarles. Antes que nada hay que advertir que  la película es en 3d; no compré esas gafas porque me niego rotundamente a seguir engordando las arcas capitalistas de las salas de cine por lo que vi la película un poco borrosa, pero capté su horrible mensaje que es lo que importa.
A partir de ahora voy a analizar el filme detalladamente, así que si no se la han visto sigan leyendo y de una vez evitan ir a verse  esa porquería.
Todo comienza en un paisaje africano. Desde el principio sabemos que hay algo mal, no se ve ni pavimento, ni servicios públicos eficientes, ni medios de transporte masivo. Hay una gran congregación   y en un principio alcancé a emocionarme porque pensé que iban a votar o a manifestarse por el aniversario de la muerte de Lenín (como mi piedra y yo lo hacemos religiosamente cada año), pero cuál sería mi decepción al ver que iban a alabar el nacimiento de un nuevo rey león.
Tuve que hacer un esfuerzo gigantesco por no salir corriendo de la sala. Es una escena repulsiva. Lo que esto nos muestra es un reino monárquico, donde hay un statu quo inamovible y el rey es impuesto. ¿Dónde están las elecciones? ¿Dónde está la democracia? No en esta película por supuesto.
Es además ridículo. Ver a todos esos animales en su mayoría herbívoros haciéndole reverencias a un león que tarde o temprano va a devorarlos es algo que no tiene ningún sentido, mimos a su verdugo…qué falta les hace un cerdo como el de ese libro ‘Rebelión en la granja’.
Después de eso aparece el verdadero protagonista de la película: Scar, hermano del rey,  un inteligente león que  podría calificarse de socialista pues busca la igualdad entre todos los animales del reino. Es desde luego,  relegado por el despótico, antipático y tiránico rey Mufasa quien basa su dominio en una ideología de fuerza bruta y opresión.
Luego de eso aparece el insoportable e impotable príncipe Simba –cómo hace de falta un Herodes animal en este relato- quien  junto a su papá observan ‘su reino’, el impotable Mufasa  le advierte al heredero que no debe ir donde no llega la luz porque está fuera de ‘sus’ territorios.
Ese territorio oscuro y despoblado es donde viven las hienas y acá es donde la situación empieza a ponerse peliaguda: El mensaje que Disney le manda a los niños es que sólo puedes mandar si  naces en ‘El REINO’. Es obvio que el león es una metáfora del gringo, quien nace para mandar sobre el resto de animales  o culturas así sea solamente fuerte y bruto, el pobre Scar que es más ‘oscuro’, más ‘afro’, le toca mamarse que bestias más bestias sean las que mandan –no olvidar que esta peli es pre Obama-,   las hienas venimos a ser los latinos, o sino por qué una de ellas habla como mexicano ¿ah? ¿AH? ¿AHHHH?
El cachorro impertinaz va a donde las ‘malvadas’ hienas y por desgracia es rescatada por Mufasa, luego de lo cual el rey y su vástago se ponen a mirar el cielo (en esas se las pasaba el monarca en lugar de gobernar) diciéndo  que las estrellas son los reyes del pasado, cuando todos saben que son los mártires socialistas que nos observan. Mientras tanto, el gran Scar, se reúne con las pobres hienas armando un plan para derrocar el tiránico gobierno e implantar una nuevo paraíso socialista donde todos sean iguales. Si no fuera porque no están fumando Pielroja y tomando tinto, creería que es uno de los mítines a los que voy los martes por la noche.
Finalmente Scar mata a Mufasa –no es que me guste mucho el asesinato pero a veces hay que tomar acciones  de hecho  si es por una buena causa- y Simba huye al destierro tras lo cual ocurre mi escena favorita, donde Scar se proclama líder e invita a las hienas a la unión del pueblo. Aún ignoró por qué la gente del teatro empezó a chiflarme y a tirarme crispetas cuando me paré a aplaudir y a gritar consignas socialistas.

                                    El verdadero héroe de esta película manipuladora...


Luego de eso me quedé medio dormido un rato….había un cerdo y un animal chiquito que aparecen de la nada, un mico sacerdote que obliga a Simba a volver para pelear por el reino, la iglesia cuándo no conspirando a favor del capitalismo salvaje, y hasta a fantasmas montados en nubes voladoras me pareció ver……….
Luego vuelven al paraíso socialista –que lucía como una Bogotá después de un gobierno de Samuelito Moreno- y los muy villanos consiguen su objetivo, dividen a Scar y a las hienas, luego de lo cual el pobre muere traicionado, las hienas huyen de nuevo y Simba vuelve al poder dictatorial repitiendo el ciclo sin fin….de la monarquía, el abuso al pueblo y el nepotismo.
La música
Debo decir que si hubo algo más repelente que ver esta película, fue escuchar esa música horrible llena de mensajes subliminales. Acá una pequeña reseña:


El Ciclo sin fin


Qué horror…..esta canción nos dice que está bien que el León gobierne porque sí, porque le da la gana. Que debe haber un ciclo sin fin de reyes, de racismo y de xenofobia al diferente. No sé quién podría emocionarse con esa idiotez.

Ya quiero ser rey




Si bien no basta con su ciclo sin fin y tener derecho a gobernar sólo por nacimiento….este crio de los infiernos quiere hacerlo ya ya ya…….terrible, la pobre selva no sabe lo que le espera con este monarca caprichoso e infumable.
Listos ya



La única que me gustó. Una obra de arte.
Hakuna Matata

¿Qué más se puede esperar de una canción de un cerdo hippie y un bichejo raro? Invita a los espectadores a no preocuparse y no hacer nada….¿Por qué no mejor una canción de Silvio o Pablo donde hablan de la importancia de trabajar por la patria?

Can you feel love tonight


Aburrida.  El único amor que debe existir es hacia la patria y el socialismo.

Canción de Timón y Pumba


Sin palabras ¿Alguién cree que esto sea gracioso?



En definitiva una película predecible, aburrida con un pésimo mensaje. Quien la vea, y peor aún disfrute con esta manipulación neoliberal, es un cerdo capitalista que no merece las bondades de la revolución bolivariana. He dicho.
Hasta la próxima camaradas, compañeros y compañeras. Seguimos en la lucha.

martes, 20 de septiembre de 2011

(31) Libros leídos. Tokio Blues de Haruki Murakami: Amor y muerte escritos en un pétalo de cerezo

Al llegar a Alemania por un viaje de negocios, Toru Watanabe escucha la canción de los Beatles, Norwegian Wood, la cual le trae recuerdos de un antiguo amor, Naoko, quien en el colegio fue novia de su mejor amigo, Kizuki , el cual un día, y sin dar ninguna explicación, se suicida. Al ritmo de esa canción, Toru se sumerge en esa etapa dolorosa pero feliz de su juventud.




Nunca había leído nada de ningún autor japonés. Mi mayor acercamiento con la literatura oriental era a través de la lectura de mangas, pequeñas obras de arte, algunas las cuales no tienen nada que envidiarle a cualquier escrito pues retratan magistralmente diferentes aspectos de la humanidad y dudas existenciales.
Por desgracia, tampoco soy muy asiduo a la poesía, siempre he sido más de novela y de cuento; mi acercamiento a este género se reduce a unos pocos poemas que me han gustado y a escribir yo mismo algunos cuando estoy o muy triste o muy ebrio. Menciono esto para decir que tampoco he tenido un acercamiento a la poesía nipona que tiene su mayor expresión en los haikus, versos que en su mínima expresión son capaces de diseñar hermosos paisajes y situaciones.
Siempre he pensado en el japonés como un ser que se fija hasta el último detalle, en la minucia. Lo hace de manera obsesiva, compulsiva pero el resultado siempre es hermoso. Pienso en los haikus, en el cuidado que dispensan en esos árboles en miniatura que son los bonsáis, en sus tazas con grabados complejísimos, en sus mujeres con esas zapatillas casi diminutas…..
Por esta razón y a pesar de ser un fanático del manga y animación o animé japonesa, me acerqué con un poco de precaución a la obra del célebre escritor japonés, Haruki Murakami. Varias personas me lo habían recomendado pero siempre que iba a la biblioteca, sus libros estaban reservados hasta que finalmente pude dar con la obra que tuve el placer de leer: Tokio Blues.
Los estereotipos son una predisposición verdaderamente absurda: Decir que todos los colombianos somos narcotraficantes, que los gringos son unos estúpidos analfabetas e incultos, que los europeos son unos xenófobos y que los asiáticos son unos cuadriculados obsesivos y aburridos es caer en lugares comunes demasiado obvios. Continuamos con ello porque supongo que al hacerlo nos sentimos superiores a aquellas personas que encasillamos. Confieso que llegué a este libro un poco prevenido, pensando que me iba a encontrar con personajes cuadriculados, inflexibles y que sólo vivían para trabajar. Qué equivocado estaba.
Tokio Blues es un libro que habla del amor. Del amor en el recuerdo, en las palabras, en las caminatas silenciosas, en un aroma que nos trae a épocas diferentes, en conversaciones que se atesoran para el futuro, en canciones que hoy tarareamos pero que mañana habrán de traernos el recuerdo fugaz y casi olvidado de quienes amamos. Nos habla del amor y la muerte como reversos de una misma moneda. Es en definitiva, un libro muy hermoso.
En contra de mis prevenciones iniciales, el protagonista principal, Toru Watanabe es una persona con la que uno se puede identificar fácilmente. Es un estudiante universitario lleno de dudas, pero decidido a seguir su camino. Es una persona que comete errores, pero sus palabras, sus pensamientos y sus acciones despiertan la simpatía del lector.
Murakami pareciera que hubiera leído mi mente, pues se ríe de los prejuicios y crea un personaje compañero de piso de Toru al que se le conoce como Tropa-de-Asalto, el cual tiene todos los defectos de los estereotipos llevados al extremo, caricaturizándolos y siendo causante de muchas risas por mi parte al leer el libro.
                                  Naoko y Toru, un amor que vivirá a través de los recuerdos

En ese Japón de los sesenta todos están en una constante búsqueda. Toru busca su lugar en el mundo, Naoko intenta salir del hoyo oscuro de la depresión, su amigo Nagasawa cree encontrar una respuesta en el hedonismo, Midori a través de su optimismo y alegría sin importar los problemas. Sin embargo, la muerte, por medio del suicidio ronda a todos los protagonistas, en los silencios, en las conversaciones; no hay que olvidar que son orientales, quizá si fueran occidentales hallarían respuesta en una vida sin sentido, en un nihilismo como el  de un Horacio Oliveira de Rayuela o un Tomás de La insoportable levedad del ser, y aún peor, ellos son casi adolescentes y creen que la respuesta se puede hallar en el dulce silencio de la muerte.
Pero más allá de eso me gusta el concepto del libro, su base de partida. Creo que quien no ha amado, no ha vivido de verdad. Todos los humanos guardamos en nuestro corazón momentos de ternura junto a otra persona, de caminatas, de cenas románticas, de abrazos y de besos, momentos especiales que se atesoran en el recuerdo y cuando llega el momento de la separación (porque siempre hay un momento en que todo acaba), esa persona inevitablemente va abandonándonos y difuminándose lentamente, su sombra nos va dejando porque si siguiera siempre con la misma intensidad no podríamos seguir adelante con  la vida. Pero siempre habrá una canción, una comida, una foto, un olor, una palabra, que nos recuerde esos momentos, a ese ser, y nuestro espíritu se transporta a esa época maravillosa y trágica en donde  vemos a esa persona que ya no existe cerca a nosotros y creemos que tan sólo con estirar nuestra mano podremos tocarla y obtener de nuevo su sonrisa… y ese momento será especial triste y feliz a la vez, pero sólo nuestro y vivirá para siempre en nuestro interior.
A pesar de todo el relato es sumamente japonés. Respira aire nipón hasta la última letra, lo cual no es malo, pero no dejo de imaginarme al gran Haruki Murakami como un criador de bonsáis de las letras, como un poeta de haikus en prosa. Su libro es en verdad precioso, no le hace falta ninguna letra, no le sobra ninguna página. Es sencillamente una obra de arte y uno de los mejores libros que he leído este año.
Imprescindible.
PD
En el libro, el protagonista y su amigo Nagasawa comparten el gusto por el libro de F. Scott Fitzgerald, ‘El gran Gatsby’ y como además había visto al mismo Fitzgerald en la gran última película de Woody Allen, Medianoche en París, no pude evitar alquilar en la biblioteca y leerme a

(32) El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald.
En el Nueva York de la depresión poco a poco va surgiendo la figura enigmática de Jay Gatsby que organiza fiestas de gran renombre donde se reúne toda la crema y nata de la sociedad estadounidense, quienes intentan desvelar el secreto del origen de su anfitrión. Poco a poco el lector irá averiguando de dónde ha salido este misterioso personaje y descubrirá de lo que es capaz de hacer por amor.
Muchos críticos consideran este libro como una de los grandes clásicos de la literatura norteamericana del siglo pasado. Debo confesar que aunque me parece un muy buen libro, en especial la segunda parte ya que al inicio le cuesta un poco al autor despegar la obra –demasiadas fiestas ;) -, no me atrapó del todo. Quizá porque la sombra de Tokio Blues es demasiado larga o porque sencillamente hay mejores escritores gringos a mi juicio como Hemingway, no me pareció el gran clásico de quien todos hablan. Pero que no se malinterprenten mis palabras, es un libro altamente recomendable, a mi parecer, Jay Gatsby, es uno de los grandes personajes de la literatura y al leer hasta el final uno no puede menos que considerarlo como ‘El gran Gatsby’. No se me ocurre un mejor libro para que Watanabe se pueda sentir identificado………….

viernes, 16 de septiembre de 2011

Monopoly Colombia

Me entusiasmé al ver la versión colombiana del famoso juego Monopoly. Siempre había querido una versión criolla del juego, no le veía mucha credibilidad a un juego en el que los billetes son de colores pastel y en el que la meta es llegar a ser como ese dandy inglés que sale en la portada. Siempre he creído que un requisito fundamental para tener un monopolio es tener cara de perro bravo como Rupert Murdoch o Julio Mario Santodomingo.
En esta nueva versión no se siguen las normas, no hay ningún orden, ni reglas, es decir lo típicamente colombiano. Ahora las fichas representan un partido político: Está la azul Conservadora, la roja Liberal, la amarilla Polo –el jugador que escoja esta ficha deberá esperar cuatro turnos mientras las directivas del partido se ponen de acuerdo y dejan de pelear- , la Verde U –que también puede ser Verde Para, dependiendo de la inclinación del jugador- y en épocas de corrección política y para evitar una demanda por discriminación, está la ficha Afro.
Los billetes son los viejos de diez mil –aquellos donde aparecía la india- que detrás tienen un rótulo que dice ‘Banco de Valledupar’, para recordar ese incidente tan pintoresco y coqueto  de nuestra historia patria. El jugador comienza su juego con $190.000, que a pesar de ser considerada como una fortuna por los miembros del Gobierno (que se gastan el triple en una salida a rumbear) no alcanza ni para tanquear dos carros de Senador de la República. Por esta razón, el jugador debe hacer lo mismo que hace en la vida real para llegar a fin de mes: Robar, evadir impuestos, estafar, pedir fiado y comprar artículos piratas en el San Andresito.
El objetivo del juego no es solamente tener el mayor número de propiedades sino obtener más licitaciones, chuzar a los oponentes, lograr reelecciones como dueño del juego de manera indefinida, obtener más poder así haya que aliarse hasta con el diablo y eliminar a la competencia. Vamos, lo que hace un empresario o político colombiano que se respete
Lo más importante es analizar las propiedades antes de comprarlas. Por ejemplo, no se recomienda comprar la calle 26 de Bogotá construida por el Grupo Nule: Vale ocho millones y la construcción de una mísera casa se puede demorar más de diez rondas, tampoco es recomendable comprar fincas en zonas rurales porque las vacunas que hay que pagar a la guerrilla puede quebrar al jugador en pocos turnos. Por el contrario, se recomienda comprar balnearios en Girardot y Melgar en donde se puede poner música de Charlie Zaa a todo volumen, Andrés cara de Res en donde un vaso de agua vale lo mismo que una botella de whiskey y playas en la costa donde se cobran precios astronómicos por el agua de coco y las chaquiras que hacen las mujeres afro.



Uno de los cambios más importantes es que como en el país tenemos los mejores delincuentes  en contraste con la policía más mala del universo, y las pocas cárceles que hay están sobrepobladas o ni siquiera les llega el agua, esta casilla ha sido removida del tablero original y reemplazada por una nueva, ‘Purgatorio’, a donde debe ir el jugador cada vez que lo matan. Y nada más fácil en Colombia que perder la vida…para empezar, los Conservadores lograron cambiarle el nombre al acto de llegar a la misma casilla que un rival: Lo que antes se conocía como ‘comer’ –y que en opinión de los azules era altamente pecaminoso- ahora se llama ‘quebrar’ y lo manda directamente al Purgatorio.
Otras posibilidades de ir a este lugar son con las típicas cartas de castigo adaptadas especialmente con situaciones autóctonas: ‘Eres hincha del Santa Fe y te encuentras rodeado de veinte hinchas del Millonarios’, Purgatorio. ‘Estas en una fiesta y te encuentras con Julio Navas borracho’, Purgatorio y se le quita la nariz de un mordisco al jugador. ‘Salida con Bolillo Gómez a Bembé’, paliza fija y Purgatorio aunque el jugador se merezca los golpes. ‘Eres joven de Soacha contratado para trabajar en el campo con buena paga’, Purgatorio y publicación en la prensa de Monopoly como falso positivo. Otras no son mortales pero si molestas como la que dice ‘Estás en un trancón en el centro’, donde el jugador debe dejar pasar tres turnos mientras sale del atraco’, ‘Paseo Millonario’ donde el jugador debe dar toda la plata y agradecer que no lo manden al Purgatorio, o ‘Debes leer una columna de E. Yamhure, Fer Londoño o el J Obdulio para seguir avanzando’, lo cual puede ser mucho peor que pasar una temporada en el purgatorio.
Pero no todo es malo, también están las fichitas esas que dan beneficios: ‘Has ganado un contrato con el Estado’ donde el jugador puede sacar toda la plata que le dé la gana del banco y no hacer más; ‘Eres presidente del Senado’ con lo que se tiene derecho a dos carros –aunque, por desgracia, sin gasolina incluida-, ‘Modo Roy Barreras’ en el que el jugador puede ser un verdadero camaleón y usar la ficha que le dé la gana sin guardar lealtades por nadie, o ‘Eres gurrecito pero arrechante’ lo cual le dará la opción al jugador de aparecer en la revista erótica de moda aunque no en la portada sino en páginas interiores.
Gana el jugador con más maña, maldad, hipocresía, alevosía y engaño haga gala. Es decir el jugador más colombiano, que celebrará su ‘malicia indígena’ tomando aguardiente –pero poquito porque es un juego familiar-, riéndose con las pendejadas de ‘Suso el paspi’, escuchando a Juanes y gritando: ‘Que orgulloso me siento de ser un buen colombiano’

lunes, 12 de septiembre de 2011

(30) Libros Leídos: La tienda de Stephen King: ¿Cuánto estás dispuesto a pagar?


La tienda (Needful Things) de Stephen King
Castle Rock es un pueblo como cualquier otro. Tiene sus pequeños problemas cotidianos, pero ninguno es demasiado grave y se respira un aire de tranquila cotidianidad. Muy pronto, los vientos cambiarán en este poblado de Maine con la llegada de una nueva tienda llamada ‘Cosas necesarias’, a cargo del carismático señor Gaunt. Cada habitante parece encontrar lo que siempre ha anhelado y el precio  parece ser razonable,  pero no hay que fiarse del vendedor y el costo a pagar puede ser mucho más alto de lo que parece…..



Stephen King ha sido denominado como ‘El rey del terror’, título que ostenta con orgullo. Podría decirse que quienes lo leen se dividen en dos: Los que disfrutan su obra –y en esta categoría se encuentran sus fans más acérrimos quienes se autodenominan ‘frikings’- y aquellos que les parece un pésimo escritor de novelas baratas y no pierden oportunidad para menospreciar su carrera literaria a pesar de leer, con un placer culposo, sus libros.

Lo curioso es que el propio King se burla de sus contradictores aceptando los cargos que ellos le imputan. Él se describe como una especie de Big Mac agrandado de la literatura - con papas a la francesa y todo-, una especie de narrador de historias que sólo sabe escribir y escribir –su prolífica obra que abarca más de cincuenta títulos así lo confirma- y que se ha regido por una consigna muy sencilla: Escribir lo que sabe, no engañarse. Puede que haya escrito libros malos o aburridos, pero siempre ha sido fiel a sí mismo y eso vale en épocas donde el mercantilismo ha llegado incluso al mundo de las letras.
Y así ha sido durante toda su vida. Desde que era un niño y publicaba el periódico de su colegio en donde se burlaba de sus profesores pasando por  el momento en que era un profesor promedio de inglés sin ningún futuro aparente, que se trasnochaba escribiendo historias de miedo mientras  vivía en un pequeño remolque asediado por las deudas,  con la responsabilidad de mantener a su esposa y dos niños pequeños hasta que la fortuna tocó a su puerta al publicar su primera novela, Carrie; hasta llegar al 19 de julio  de 1999 donde una camioneta casi acaba con su vida y la literatura le salvó la vida ayudándole a retomar el camino.
En ninguno momento ha dejado de escribir. Siempre con el mismo fervor, con la misma pasión, encerrándose en su propia dimensión poniendo su rock pesado a todo volumen y concentrándose en sus propios y retorcidos mundos.

                             Quien lo ve con esa sonrisa no se imagina lo que tiene en mente.....

Quienes creen que es simplemente un escritor que se dedica solamente a narrar ‘historias sencillas de miedo’  cae en una generalización bastante simplista de la obra de King. En su largo haber cuenta con ensayos sobre el género del horror, historias de terror, de ciencia ficción, épicas –de hecho, una de sus sagas cumbres, La Torre Oscura, es un pequeño homenaje a la obra de Tolkien con un toque de western y ficción- , políticas –quizá no del todo pero, por ejemplo, gran parte de Corazones en la Atlántida’ se centra en la guerra del Vietnam-, medieval, futurista  y muchas otras que se me escapan ahora, porque a pesar de haber leído más de veinte libros del ‘tito’ –como le llaman sus admiradores- aún podría decirse que me falta la mayoría de su obra por conocer.
Como era de suponerse su libros han sido llevados numerosamente a la pantalla tanto grande como chica, y cuando se ha hecho de manera acertada la obra se ha vuelto clásico de género del horror, como el enloquecido Jack Nicholson de ‘El Resplandor’, el gigantesco John Coffey de ‘Milagros inesperados’ y el payaso Pennywise de It, que estoy seguro  a más de un lector le habrá causado pesadillas, por poner unos pocos ejemplos.
Yo creo que gran éxito de la obra de King se debe a dos cosas: La primera es al imperialismo norteamericano y la segunda a su estilo de narración.

Antes de que mis amigos revoluciomaotroskichechávezfidelicionarios me manden al paredón por la primera razón procedo a explicarla. Creo que somos hijos del capitalismo salvaje, del neoliberalismo y la cabeza de todo eso son los Estados Unidos, quizá habría sido diferente si la Unión Soviética hubiera ganado la guerra fría o si China gana la tercera guerra mundial pero tal escenario no se ha dado y lo veo bastante improbable para el futuro, por lo tanto toda América, Europa, Asia, Oceanía y  África se rige con los pensamientos de los gringos. En todos los países se toma Coca cola, se usan zapatos nike y se mascla  chiclets  Adams; por lo tanto, los escritos de King que estaban dirigidos en un inicio  a un  público norteamericano adquirieron  una globalización y una difusión que no creo hubiera sido posible si hubiera nacido en Laos, Nigeria o Colombia.
Paréntesis: El párrafo anterior me hizo recordar la canción de Rammstein, Amerika, que encaja perfectamente con la idea que quiero expresar. Aquí está.



La segunda razón a la que hacía referencia es al estilo narrativo de King.  En cierto sentido me recuerda un poco al hombre araña que se refiere asimismo como ‘your friendly neighborhood, Spiderman’ que fue traducido por estos lares como ‘su amigo y vecino, el Hombre Araña’, pues bien, creo que esas palabras describen perfectamente la escritura del sujeto en cuestión.  Su manera de escribir es sencilla y no es difícil identificarse con sus personajes, ni con su entorno….uno se deja envolver rápidamente en las situaciones ya que son perfectamente posibles ¿Quién no le teme a la oscuridad? ¿O no ha sido molestado por el abusón de la clase? ¿O se le ha muerto una mascota? ¿O conoce a esa vecina religiosa algo loca que podría ser capaz de cruzar el límite si tuviera algo de poder?

Ese considero yo es el verdadero secreto del tito. Esa capacidad de mezclar los elementos comunes y cotidianos con los elementos sobrenaturales y de terror, existen autores de terror que dominan mucho mejor el idioma que él, como podrían ser los casos de Poe o Lovecraft,  pero en ocasiones el lector no busca esa exquisitez en las palabras sino que quiere algo sencillo, una situación que pueda hacer suya, ese personaje que se parece a su mejor amigo lleno de refranes, o esa niña tan mona y tierna que guarda cierto parecido con su hija y que está siendo asediada por ese jodido payaso de mierda. La magia de sus libros consiste entonces, en que uno siente sus relatos como las historia que le cuenta ‘su amigo y vecino’ mientras se toman una cerveza o una coca cola en la tienda de la esquina,y ya puede ser que te hable del reino de Delain, de la búsqueda de una Torre Oscura, de un pintor manco en una playa o un concurso de tv en un futuro muy cercano, siempre te sentirás como en casa, verás todas las situaciones como perfectamente posibles y no te querrás mover de la silla, ni acabar la bebida sin saber cómo termina la historia.

En este libro nos situamos en el pueblo de Castle Rock, lugar en el que anteriormente han tomado hechos descritos en otros libros como Cujo, La mitad siniestra y La zona muerta, lo que lo hace un destino no muy recomendable para los turistas, supongo. Como ya lo describo en la sinopsis, la llegada de una tienda, ‘Cosas necesarias’, a cargo del enigmático Leland Gaunt, parece romper los días de tedio del apacible lugar.
En esta ocasión el estilo de narración de King es coral, como ya lo había hecho en ocasiones anteriores como en  ‘Apocalipsis’ o habría de hacerlo nuevamente en el futuro como en ‘La cúpúla’. El tito se siente bastante cómodo en este tipo de escritura en el que abarca diferentes puntos de vista de los personajes y donde no se centra en ningún en particular sino que más bien  la tienda  es el  hilo conductor que parece unir todas las historias.
Personalmente, prefiero las historias de King que se centran en pocos personajes ya que los dota de mucha mayor fuerza e intensidad como ocurre con ‘Duma Key’, ‘El resplandor’ y ‘Cementerio de animales’  por citar algunas de mis favoritas; lo cual no quiera decir que esta obra sea débil, para nada, hay personajes interesantes como el comisario Pangborn –personaje también en ‘´La mitad siniestra-, Ace Merrill, Polly y  ‘Buster’ Keeton.

                              No gracias......creo que esta tienda no me interesa para nada

Pero indudablemente quien se roba el show es el villano de turno y dueño de la tienda, Leeland Gaunt. Es un personaje misterioso quien no habla mucho excepto para seducir a su clientela y quien poco a poco lo vemos como un titiritero que sabe exactamente cuáles son los hilos a mover para crear el caos.
A medida que se desarrolla el libro y en especial en la relación que tiene con su ‘ayudante’, el criminal ‘Ace’ Merrill, cuando se desarrolla más la personalidad de este ser. Irónico, sarcástico y lleno de un humor negro exquisito –en el estante de venta tiene un letrero en latín que dice Caveat  Emptor , que más o menos viene a traducir ‘cuidado con el vendedor'- ,  que lo convierte en un antagonista bastante carismático.   
Por contraparte y quizá para mí el talón de Aquiles del libro es que el villano lo tiene todo muy fácil, el pueblo le es servido en bandeja de plata y sus habitantes son muy ingenuos o, si me preguntan a mí, bastante proclives a la locura. Aunque quizá estoy equivocado, puede que el mérito de King consiste en mostrarnos en como una comunidad de gente ‘normal’ puede pasar al caos y la sed de sangre en poco tiempo y creo que la historia nos da bastantes ejemplo de ello.
En pocas palabras y para no poner mayores spoilers es un buen libro de ese buen narrador de historias que es Stephen King, no entra en mi Olimpo propio de la obra del tito, pero no por eso deja de ser bastante recomendable. Así que bien pueden ir a Castle Rock y echarse una ojeadita en esa tienda nueva de Cosas Necesarias a cargo del simpático señor Gaunt, estoy seguro que encontraran algo que les guste pero no lo olviden, Caveat Emptor.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Bienvenidos a este mundo (reflexiones en una servilleta)

Bienvenido a un mundo sin puertas. Sin techos, ni límites, sin permisos ni persianas. A un lugar donde la realidad se tiñe de tus más anhelantes deseos, de las pasiones tiernas y también las atrevidas.

Bienvenido a un lugar en donde la sangre se convierte en tinta, donde las historias se tejen y destejen como en el telar de Penélope en las cálidas noches a la espera de Odiseo.
No necesitas equipaje para este viaje, ni dinero, ni siquiera un amor que te espere anhelante en casa. Despójate de miedos, angustias, iras y rencores. En este sitio los recuerdos no lastiman porque se aprende del pasado y el futuro no se existe hasta que lo hayas inventado.
Este lugar es como todos los que antes has visitado y los que aún no conoces  pero recorres en sueños, con tanta claridad que al despertar todavía recuerdas el eco de las pisadas sobre el camino y su aroma recorre de manera juguetona tu nariz hasta llegar al cerebro, evocando el olor de la lluvia durante  tu infancia.
Tus pasos te traen hasta este lugar porque era inevitable que pasara, porque desde que estabas en el vientre de tu madre ya anhelabas visitarlo y todas tus vivencias, todas tus lágrimas y risas, los pensamientos,  días y lunas de la vida han labrado este camino para ti.



Este es tu mundo. Una tierra sin fin. Este es el destino que buscaste toda tu vida sin ser consciente de ello. Ahora siéntate, acomódate en la silla. Prende ese cigarrillo que traes, expulsa el humo y observa las figuras tomar miles de formas en el aire antes de desvanecerse.
Tienes ante ti una hoja en blanco. Esta es la entrada, tú tienes la llave y no hay guardián que te impida el paso. Sólo un espacio que aspira a ser llenado, una nada que será llenada con tu espíritu.
No temas porque no sepas que poner. Puedes ir al lejano oeste, al Japón medieval, a un futuro que no existe; puedes asesinar al presidente y poseer a la mujer más hermosa del mundo;  ser la mente maestra de una conspiración o ser el artífice del nacimiento de una nueva relación que puede tener la misma duración que el final de un cuento de hadas.
En este mundo de tinta y oro no hay nada prohibido o pecaminoso. No hay jurados o verdugos. Tan sólo estás tú,  y aunque en ocasiones no hay juez más implacable que la misma conciencia, ella estará callada mientras permanezcas aquí.
Apaga la televisión y las voces del mundo exterior. Abandónalo todo y escucha: Son los mundos que propugnan por salir, los personajes que quieren vivir en tus letras y ser inmortales en tus historias.
Bienvenido a este mundo. Para ser parte de él debes dejarte llevar y escribir la primera letra, el resto saldrá por sí solo, te lo prometo.
Y será maravilloso…..




martes, 6 de septiembre de 2011

Escribir

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Escribir siempre. Porque tu gran amor te ha dejado para no volver, porque sigue a tu lado o precisamente porque no se quiere ir;  hacerlo para conquistarla, para que esos ojos verdes o violetas o ámbares o negros lean las palabras que ella inspira; escribir en tardes melancólicas de lluvia y tempestad, en noches llenas de licor y  luces de la ciudad que reemplazan las estrellas o en días calurosos donde no pasa nada. Escribir porque dios no existe, porque escribiendo se le mata a cada instante y resucita dependiendo del estado de ánimo del Demiurgo de las letras, o hacerlo a la gloria del creador de mundos, a la loa del gran arquitecto del universo. Escribir porque se ama, porque se odia, porque se desea sin explicación, porque las letras pueden servir como un triste émulo de la posesión carnal, porque un poema puede eternizar un momento de belleza que puede ser tan efímero como el tiempo en que demora una rosa en morir.  Escribir porque la vida es una mierda, porque el destino de quien es consciente de su propio fin no deja de ser trágico, porque conocemos y amamos para paulatinamente dejar a esas personas en el camino teniendo la incertidumbre de encontrarla de nuevo, mas sin embargo, disfrutando cada momento de ese infierno que es la vida, riéndonos de la misma con carcajadas que pretenden ahogar sus míseras tristezas.
Escribir porque no existe un mejor placer que hacerlo. Porque el cuerpo lo pide como si se fuera un adicto, un yonki de las letras. Escribir porque no existe una mejor manera de comunicación, porque las palabras son torpes, suenan estúpidas, se las lleva el viento;  porque buscamos, a la manera de Juan Pablo Castel, una persona que entienda nuestra manera desesperada de querer tender un puente solitario entre las almas. Escribir así te lea una persona, una sola, porque cuando ocurre es hermoso y el lector y el escritor se encuentran en un plano más allá de las palabras, de los encuentros y atisban la eternidad, y si te leen millones mucho mejor porque el universo se expande se divide en miles de galaxias, cada una con millones de realidades, porque la mente del lector es infinita y enriquece a quien escribe.
Escribir así hacerlo no sirva para nada, así el destino de quien lo hace contradiga el párrafo anterior y sea la soledad. Escribir porque la tristeza es infinita, porque la esperanza está perdida, porque se ha salido de un infierno y es necesario advertirlo a tiempo o porque se ha descubierto un secreto que no puede ser acallado por los dioses. Escribir porque se quiere denunciar la injusticia del mundo, se quiere cambiar la realidad de millones,  ignorando el hecho de que miles han buscado antes de manera infructuosa lo mismo y han fracasado y que otros miles de millones lo buscarán en el futuro con idénticos resultados. Escribir para entender las relaciones humanas, el propósito de la vida,  analizar al ser humano como un depredador de exquisitos gustos y crueldades increíbles, hacerlo para escapar de este mundo, creando miles más amables, más fantásticos y hermosos y refugiándose en ellos.


Escribir en papel, en servilletas, en madera, en pupitres, en paredes, tecleando frente a un computador. Hacerlo mientras el ser amado te observa en silencio sin saber si te comprende o  tan sólo te ama a pesar de hallarse tan lejana de ti. Escribir porque nunca serás comprendido, porque los  intentos de acercarte a otro ser humano serán infructuosos y  se disimulará en un manto de frivolidad y de noches de lujuria y excesos; escribir mientras se fuma y las letras se confunden con el humo, borracho hasta las medula, o completamente sobrio en un despacho psicorrígido; en completo silencio o acompañado de las voces de cantantes muertos, de amigos muertos, de familiares muertos, de novias muertas, de escritores muertos.
Escribir, escribir y escribir, viviendo por y para la pluma.
Cuando lo hago me siento como si estuviera poseído. Golpeo con fuerza las teclas de mi computador e ingenuamente me siento como una especie de Lizst, que destrozaba los pianos por la pasión con  que tocaba su música prodigiosa, sólo que de mis golpes furiosos no sale música sino que exprimo cada centímetro de mí. No tengo idea  de cuál va a ser la próxima letra que escriba, tan sólo me dejo llevar por los dedos, ellos saben exactamente a donde ir, como si fuera un mediúm, una herramienta, un vehículo de fuerzas que van más allá de mi comprensión. Por mi parte me dejo conducir como una oveja al sacrificio, dejo que las voces me susurren lo que les plazca mientras escribo y sus palabras las convierto en mías, sus manos son las letras que plasmo en este papel virtual y sus almas son las ideas que mueren al salir de mi mente.
Al momento de escribir escapo de la realidad. Este pequeño cuarto donde vivo – y desde donde redacto estas ideas- se expande de manera acelerada y grotesca hasta el infinito. No hay héroes ni villanos, sólo yo y una hoja en blanco esperando a ser llenada  y el miedo que tengo al no saber cómo completarla se reemplaza rápidamente con un exceso de palabras, de ideas, que salen y salen sin saber exactamente de dónde surgen y como detenerlas.
A pesar de ello, siempre tengo miedo de empezar, terror de saber hasta dónde puedo llegar, preguntándome si seré capaz de regresar a mi otra vida, a ese plano ‘normal’, donde vivo una vida gris que no me gusta, sintiéndome un farsante, llevando la vida de un doppelganger  que no me interesa, que es aburrida, donde una persona que luce como yo y habla como yo se desenvuelve de una manera torpe como si fuera una parodia de quien realmente soy. Me da miedo escribir porque me horroriza el pensar que alguna vez sea rechazado por las letras e intento huir, renegar de quien soy, escapar de la lectura, de la escritura, refugiarme en placeres que antes que llenarme me dejan incluso más vacío, pero siempre vuelvo como el hijo pródigo y siempre me recibe la diosa con una sonrisa leve de reproche por pretender ser otro.
Escribo aún cuando no empuño un lapicero o estoy tecleando en el computador. Escribo mientras camino por la calle y pienso en las historias que estoy entretejiendo y no veo la hora de volver a casa para seguir redactando el destino a veces trágico, a veces divertido de aquellos personajes para los que soy su dios, así como alguien en este momento escribe mi destino y el suyo, querido lector.
Escribo porque eso es lo que soy……

jueves, 1 de septiembre de 2011

Libros leídos : (29) Vampyr de Carolina Andújar: Con los colmillos largos

Sinopsis
La academia para señoritas de Saint Maire des Bois recibirá en una tormentosa noche a una nueva estudiante nada común, que tiene debilidad por la sangre humana y la muerte. Nadie parece percartarse de que esa mujer de pelo rojizo, piel blanca y tersa es el maligno en todo su esplendor. A excepción de, claro está, nuestra protagonista, Martina Szeleky y su mejor amiga Carmen Miranda, quienes pretenden descubrir el secreto que se esconde en los ojos de la fría Susana Strossner  y devolverla al infierno del que nunca debió salir….


Me confieso admirador de la figura mitológica del vampiro. De todos los espantos su figura es la más usada de todos, quizá demasiado sobreexpuesta si me preguntan;  ello a consecuencia del halo de misterio y de distinción que envuelve la figura del Conde Drácula y similares. Otro de los factores que ha catapultado a la fama al siniestro chupasangre es el alto contenido erótico que rodea sus apariciones –y cualquiera que haya visto una producción de la Hammer sabrá de lo que estoy hablando-, el acto sexual como tal nunca es consumado pero la insinuación y la tensión sensual  es  innegablemente deliciosa.
Debo ahora decir que la figura del vampiro ha pasado por una serie de metamorfosis  tanto en el campo cinematográfico como literario que demuestran, que por desgracia,  todo tiempo pasado fue mejor. Cuando era niño vi unas pocas escenas de una película en la que un vampiro calvo, contrahecho, de orejas puntiagudas y colmillos como las de piraña, acechaba a hermosas doncellas, el monstruo era jodidamente aterrador y fue protagonista de cientos de pesadillas. Muchos años después me vine a enterar que esa película es de 1922, del alemán F.W  Mournau  y se llama Nosferatu, un clásico del cine.  Como dato curioso vale anotar que la película cambia detalles de la novela ‘Drácula’ ya que no obtuvo el permiso de la viuda del autor para rodarla, por lo que se dio el lujo de concebir al vampiro desde su bizarra perspectiva. A pesar de ello o quizá por lo mismo, este vampiro deforme es mucho más terrorífico que el resto de ellos.
                                                              Orejón y dientón pero cómo asusta este Nosferatu.....

Luego pasamos a los Bela Lugosi y Christopher Lee…ellos encarnan a un vampiro que aunque sigue siendo demoníaco y malvado tienen ya una chispa de seducción, son sofisticados y elegantes. Por desgracia, cada vez que veo a ese prototipo de vampiro sólo puedo recordar que en mi niñez había una paleta –deliciosa, de chocolate por fuera y relleno de fresa por dentro - que se llamaba ‘Dracula’, en el que un vampiro  de ese tipo  era asustado por unos niños…cada vez que veo a Lugosi y demás empiezo a tararear el slogan de la propaganda: ‘El helado de las ricas sorpresas’.
Paréntesis: Iba a poner un comercial del helado de aquellos tiempos pero no aparece por ningún lado, lo máximo que pude hallar fue la nueva versión de la paleta donde un vampiro con pinta de Emo es asustado por los niños y me niego rotundamente a ponerlo. Qué tristeza, mi vampiro comepaletas desapareció y ni siquiera fue necesaria una estaca para eso.
Después de eso vendría la película ‘Drácula’ dirigida por el genial Francis Ford Coppola. La película es genial, Gary Oldman y Winona Ryder en los papeles de Drácula y Mina …por cierto, ¿será que la Ryder ha hecho un pacto con el diablo o se baña en sangre de doncellas para preservar su juventud? La película tiene prácticamente dos décadas y la Winona sigue  luciendo como una jovencita, a mí se me hace que  vendió su alma a cambio de  juventud  eterna al mismo demonio que atiende a Amparo Grisales….ejem, sigamos, para contrarrestar a Keanu Reeves y su cara de palo, el filme cuenta con Anthony Hopkins y ayy la hermosísima y voluptuosa  Monica Belluci.
Cómo decía las actuaciones son impecables –hasta la  de Reeves no es tan mala-, la ambientación es perfecta, la música terrorífica y el Conde, en su versión anciana, es como dirían mis amigos españoles, acojonante.......peeeeeeeero y tiene un pero del tamaño de una catedral, el argumento tiene un fallo terrible: En el libro de Bram Stoker, el conde es un cabrón de miedo, es malo y disfruta siéndolo, una verdadera criatura del infierno; en la película se humaniza la figura de Drácula con un romance hacia Mina que no tiene ninguna razón de ser. Ay, Francis, si supieras el daño terrible que le hiciste a la mitología vampírica con ese cambio….pero bueno a excepción de eso la película es genial, y ¿cómo enojarse con el hombre que filmó El Padrino?
                                         El Conde de la versión de Coppola saboreando los restos de una rica paleta 'Drácula'

Posteriormente nos llegarían las novelas de Anne Rice de quien llegaría la película ‘Entrevista con el vampiro’, una muy buena cinta  que tiene el fallo ya mencionado: en ocasiones los vampiros son demasiado, ehh, sensibles. Hombre, son criaturas de la noche, y además con la pinta de Brad Pitt…¿No deberían estar mordiendo a Monica Belluci en lugar de llorar como nenitas? Aún así tiene momentos muy buenos y es igualmente recomendable.
Y de allí pasamos a la debacle vampírica…si Stocker fuera un vampiro de seguro se enterraba una estaca para no ver en lo que devino su obra, y pensar que Van Helsing y demás pensaban que para acabar con los vampiros había que enterrarles una estaca o degollarlos…..¡Para nada! La mala literatura es tan mortal como los rayos del sol o el ajo.
Me refiero, ya habrán adivinado,  a Stephanie Meyer y su horrorosa saga de ‘Crepúsculo’….mal argumento, personajes mal desarrollados, pesimamente escrito, ¡Pone a los vampiros a brillar bajo la luz del sol! Si viviéramos en la época de la inquisición literaria la señorita Meyer ardería en una buena hoguera. El libro por supuesto ha tenido éxito –especialmente en jovencitas hiperhormonadas- pero no por su originalidad sino porque se ciñe a la formula romanticona de telenovela: Niña se debate entre joven guapo y frio que la ignora y pretendiente comprensivo, leal y enamorado al que ella no ama. ¿Había necesidad de vampiros en esta obra? Nunca, la obra bien pudo ser entre Bella indecisa entre casarse con  un Alien o un Depredador y el resultado habría sido el mismo. Gracias señora Meyer, Usted demostró que un mal escritor con una pluma es mucho más peligroso que cien cazavampiros armados hasta los dientes.
Fruto de este –crimen- libro….se publicaron cientos de obras del mismo corte, ya fuera en televisión, libro o cine, y si el modelo original era en sí mediocre, sus réplicas eran sin duda mucho peores pues carecían de alma.
En ese ambiente de oscuridad rosa y emo romances nació Vampyr. El libro es fruto de la caleña Carolina Andújar quien el  31 de octubre del 2006, cuando los espíritus y demonios vagan por el reino de los vivos – y qué risas deben echarse con el romance entre Cullen y Bella-, decidió arriesgarse y escribir su propia aventura vampírica.
A los amantes de los verdaderos vampiros les digo que encontraran una obra gótica que se toma la temática en serio. Andújar quien es fanática de la obra de Stoker, La Fanu, Polidori  y demás maestros del género, sabe plasmar muy bien su admiración y respeto en su libro. Muestra de ello es que sitúa la acción no en el típico internado gringo sino en la Europa del siglo XIX.
Los personajes son muy carismáticos y enganchan con facilidad. Personajes como Martina, Carmen, el Padre Anastasio y Susana generan diversas emociones en el lector pero no lo deja impasible como ocurre con otras obras. Algunos podrán acusar a la obra de maniqueista, donde los buenos son en exceso bondadoso y los malos intolerablemente malvados, pero no olvidemos que el vampiro original es así: Un verdadero hijo de su gran…..
Otra de las ventajas del libro es que transporta al lector a diferentes entornos y países: Podemos estar en un internado suizo para señoritas, de un momento a otro nos transportamos a la ruidosa y cosmopolita París, de allí arribamos a la misteriosa Hungría. Un detalle a tener en cuenta es que la escritora pese a ser colombiana tiene ascendencia húngara, la cual refleja en la riqueza y el cariño con el que describe esa tierra.
Como dije anteriormente, sus vampiros o vampyrs son unos seres desalmados, malos hasta la médula, pero no por ello adolecen de gusto o de  un sombrío y divertido sentido del humor. Podría decirse que ese es el principal mérito de esta obra: El rescate del vampiro o Vampyr original, un ser erótico, elegante, sarcástico, un digno hijo de Lucifer.

                                                        La autora de Vampyr, Carolina Andujar, sostiene a su hijo de tinta

Esta es el primer libro publicado por Carolina y ha tenido una muy buena –y desde luego justa- acogida. No es, claro está, una obra perfecta, como escritora nueva tiene algunos defectos, muy pequeños  que seguramente en sus próximas obras irá puliendo. Alguno de ellos puede ser que algunos de los recuerdos o flashbacks de protagonistas  son demasiados largos, o que en el último tercio el ritmo del libro  decaiga un poco, pero insisto son pequeños detalles que no afectan el conjunto de la obra.
Un detalle aparte que me llamó mucho la atención es que la autora escribió Vampyr, en tan sólo cuatro meses. Lo que indica dos cosas: Una disciplina inquebrantable, casi estoica y un gran amor por los chupasangres y todo lo que se le relaciona, ya que no olvidemos que el libro tiene la nada despreciable cantidad de 487 páginas de buena literatura y eso no es para nada fácil
Carolina ha anunciado en su blog (www.vampyrlibro.blogspot.com) que se encuentra dándole los últimos retoques a su nuevo libro, el cual espera publicar muy pronto y al que no dudaré en hincarle el diente tan pronto salga…..
Saludos,