sábado, 21 de abril de 2012

Libros leídos 2012 (8) Opio en las nubes de Rafael Chaparro Madiedo: Letras drogadas.



Opio en las nubes
Autor: Rafael Chaparro Madiedo
Editorial Babilonia
196 páginas

Historias, a veces sin sentido y desde el punto de vista de un gato que no sabe si es felino o tomate llamado Pink Tomate, su dueña, Amarilla; su novio Sven; el extraño dueño de un bar, un prisionero reencarnado  entre otros excéntricos seres. Relatos llenos de drogas, sexo, muerte, soledad, amor y desamor, encuentros y desencuentros y caminos que llevan a ninguna parte, es lo que el lector puede encontrar en esta onírica pero adictiva obra.


El libro fue escrito por el bogotano Rafael Chaparro Madiedo  y con el que fue ganador del Premio Nacional de Literatura en 1992 (por lo que este año el libro cumple la bobadita de veinte años de publicado). El autor, filósofo de profesión,  colaboró en los guiones de los estupendos programas de crítica satírica Zoociedad y Quak, protagonizadas por el siempre recordado Jaime Garzón.

Analizar este libro no es fácil. Su estructura no es lineal como en otros relatos sino que va saltando de un lado a otro, de un narrador humano a otro animal y a otro que parece vegetal; son historias que podrían leerse por separado sin perder coherencia  pero que a la vez están profundamente ligadas.

Los personajes son muy parecidos: Hombres y mujeres embargados por la tristeza, el hedonismo, el rock y la búsqueda de un lugar en el mundo. Se podría decir que el único que se sale de los paradigmas es el gato Pink Tomate quien con su temperamento felino, irónico e inteligente se convierte en la voz más cuerda de todas.

El punto fuerte de este libro no es el argumento, a pesar de tener algunas ideas buenas como la historia de Gary Gilmour que después de morir en la silla eléctrica y pedirle a su amigo Max que le rezará todos los días a dios que lo reencarnará en un pastor de ovejas en el África  logra su cometido, o esa extraña mujer que después de seducir y hacer el amor apasionadamente con un hombre diferente cada noche lo  asesina y lo empuja a un baúl lleno de amantes perdidos.

La verdadera fuerza de este relato es el lenguaje. Chaparro juega con el lenguaje, lo vuelve poético, musical, cada frase tiene uno o mil significados, son palabras llenas de colores, sabores, olores,  paisajes soñados, gotas de rock. El autor pone los signos ortográficos  donde le viene en gana y las manipula a su antojo sin que eso moleste necesariamente al lector quien se deja arrastrar por la pasividad relajante de la narrativa.

Leer estas historias puede ser lo más cercano a estar drogado sin necesidad de hacerlo en la vida real. El opio de este libro no está solamente en las nubes, se palpa en la tinta, en cada una de las palabras, las letras y los pensamientos del autor.

Sin embargo, este recurso es un arma de doble filo. El libro es tan gráfico, tan musical que en cierto momento agota. Y el lector se vuelve como  un adicto que después de drogarse no desea consumir más y sólo quiere despertar pero allí está la historia que sigue con ese ritmo frenético de trip trip trip y que  no lo deja descansar. Quizá, y a pesar de ser un libro corto, le sobraban algunas páginas que lo habrían convertido en  la dosis perfecta.

Opio en las nubes fue criticado por los viejos saurios de la cultura del  país acusándolo de banal y superficial. Es, desde luego, una opinión respetable pero estúpida, es sin dudarlo un libro que está principalmente dedicado a los jóvenes (como la obra de Andrés Caicedo) pero que cualquier persona puede disfrutar sólo si se deja llevar por las palabras y  las sensaciones contenidas en sus páginas.

Por desgracia Rafael Chaparro falleció en 1995 de una penosa enfermedad. Su voz y su propuesta serían muy útiles en la actualidad de una literatura colombiana que se hunde cada día  más en la mediocridad.

6 comentarios:

  1. Definitivamente un libro que marcó a toda una generación y sigue cosechando jóvenes lectores. Un trabajo artístico único de imágenes inolvidables. Nunca olvidaré los monos bebiendo whisky en la ambulancia. Siempre que escucho una pasar me los imagino adentro pegándole al frasco.

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  2. la verdad todo fue una coincidencia encontrar este libró, buscar este libró; y en en tan solo leer unos cuantos guiones me atrapara, como quizá un alma desolada lo haría en frente a un posible amor. en fin, sentir y aberrarse a escritos como esté, es totalmente imposible una vez te atrapa no te deja, posiblemente como p
    sucede con las drogas; y quizá una esencia que cautivó en mi,
    lo más ofuscante.
    lo encontré en los comentarios de una publicación cualquiera, que cualquiera podría ver en facebook y que me llamo mucho la atención, lo busque lo leí, y ahora estoy como drogado sin su droga buscando una obra similar a opio en las nubes, que por ende los resultados que Rojo Google me trajeron acá. ojala y pueda ahora encontrar mi dosis.

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