miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sangre, semen, agua y vino


Gotas
De sangre
Semen
Agua
y vino

Se deslizan
Por el cuello en un goteo sin eco, un hoy sin mañana, un hola sin despedida
Derramándose en espasmos de culpa y placer por tus pechos, recorriendo como la espuma del mar el desierto de tu cuerpo
Mezclando el eco de una tarde fría y el repicar pertinaz de la lluvia en la ventana con las lágrimas de tu rostro en un Café sin nombre al que no habrás de volver
Estallando al compás de la música, las canciones y los gritos eufóricos que derrotan a la muerte

Atravesando
La mente que deja de soñar, el corazón que ya no late, el alma que se entrega, la vida que se va
El deseo, la lujuria, el sudor del hambre insaciable, los movimientos imperfectos que inmortalizamos en un segundo para olvidarlos de inmediato
La ciudad, la lluvia, las parejas que pasean tomadas de la mano por las calles del Nunca jamás, el dolor lacerante del adiós, un farol que se enciende, las primeras estrellas que alumbran
El bochorno, el placer sin razón, el olvido que se busca, la música que ahoga los gritos  internos, los bailes de máscaras sin máscaras, las risas estridentes de una borrachera feliz

Muerte
Vida
Tristeza
Felicidad

Las gotas de sangre, semen, agua y vino nos persiguen, nos conforman
Son las manos de la madre curando heridas de la niñez
El cuerpo desnudo en la penumbra de una amante cuyo rostro hemos olvidado
Los labios que anhelamos durante noches de insomnio besando otros labios, su piel fundiéndose  con otra, su voz susurrando palabras de amor que nuestros oídos nunca escucharán
Las noches sin fin de planes absurdos, amores fugaces, fuego en el pecho e inmortalidad

Las gotas, se vuelven ríos y los ríos mares
Muerte, vida, tristeza y felicidad
Mezclándose en un solo líquido
Y  su rastro, líquido, espumoso, rojizo, pegajoso
Se derrama en las huellas que dejamos en la arena
En senderos desconocidos  que no  recorreremos de nuevo





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