domingo, 5 de mayo de 2013

Amor / Ausencia



I.

¿Qué eres tú?
Una cama vacía
Un cuerpo que se enfría
El brillo de unos ojos que se extinguen
Unas manos que se sueltan
Un cigarrillo que se acaba.

¿Quién soy yo?
El pensamiento que va antes de la palabra,
La obstinación suprema
El silencio que te embarga
La nieve que cae silenciosa sobre el campo desierto
Determinación sin ruido
El caos silencioso, la muerte sin sonido.

¿Qué somos ambos?
El fuego que invade las tierras baldías
La locuacidad que invade el silencio,
La locura que llena los espacios tranquilos y sombríos
Tierra intentando ser devorada por el fuego eterno.
Fuegos artificiales,
Destinados a brillar en la noche más oscura
Pero condenados a ser efímeros y a morir en medio de las lágrimas y las sombras nocturnas.

¿Qué es tu ausencia?
El puñal que atraviesa la piel y el alma
El dolor que no se va
El recuerdo que permanece en el olvido,
La ansiedad de la piel y los labios
El beso que permanece aún,
A pesar de los años y las vidas vividas y olvidadas.
El invierno del alma.


II.

No se ama por ser correspondido
No se ama por un ‘te quiero’ de vuelta
Ni por el reencuentro esperado
O el olvido anhelado.

Se ama porque se ama,
Se ama porque el alma así lo requiere
Porque se anhela la piel deseada
Y los labios que extrañan los besos.
Se ama porque cada célula del cuerpo así lo exige
Por un olor, por una palabra añorada,
Por un ´te quiero’ que ya no existe
Por unas piernas enredándose en el cuerpo
Como una medusa con mil serpientes enloquecidas.
Porque espero que las palabras lleguen a su destino
Y que el mensaje enviado tenga el receptor esperado.

El amor es caprichoso
No entiende de razones, de  lógicas.
Simplemente fluye,
Como la corriente de mil océanos
O  la sangre desbocada de un moribundo,
Apuñalado después de mil batallas.
Porque el amor es irracional,
Es el asesinato del cerebro por el corazón,
El sueño que precede al despertar,
La magia de un mundo gris y desesperado
Que no se resigna a extinguirse,
Sino que, al contrario, grita
Y lucha con la desesperanza de quien no tiene nada que perder,
De quien está empeñado en no rendirse
Hasta que el mar inunde los desiertos,
 O los copos límpidos del antártico
Caigan impolutos sobre el trópico.

Porque no importa si se trata de siete meses o siete vidas,
Acontecen una detrás de otra,
Fútiles e ingrávidas
Con la fuerza de mil terremotos
O la sutileza de una pompa de jabón.
Sigo esperando la sonrisa anhelada,
La voz ingrávida,
El gemido  de un orgasmo olvidado,
La delicadeza de un sueño intranquilo,
El sonido lleno de energía y  a la vez de cargado de un miedo ancestral
Sigo esperando la respuesta a la pregunta primordial,
Esa que va más allá de las vidas y las muertes,
 Que prevalece sobre las palabras y lo superficial,
En donde no existe más que tu alma y la mía,
Y el mundo se convierte en poco más que un lienzo vacío
Y una canción sin melodía,
¿La tienes tú?
¿O acaso seguiré vagando,  gravitando en tu sonrisa,
En las curvas de tu cuerpo y la inflexión de tu voz, hasta el fin de mis días?

4 comentarios:

  1. Mi querido Tulio,
    que bonitos poemas
    pronto serás como Roy
    en este y en otros temas.

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  2. Brillante, Tulio. Doble mérito el tuyo como autor ya que, en lo particular, no me gusta la poesía y me cuesta mucho leerla; con letras fantásticas como las de "Amor/Ausencia" esa barrera particular cede, aunque sea, un poquito.
    ¡Saludos!

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  3. ME ENCANTO EL POEMA, ME LLEGO, MUY BIEN ESCRITO.BELLO

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  4. No entiendo por qué dices que tu poesía no es buena.

    Como toda la poesía, es buena desde que se sienta. Y esta, evidentemente, es más que sentida. Y logra que, incluso, aquellos que somos completamente ajenos a esos sentimientos, los sintamos como propios, que nos duelan como propios.

    Magistral, querido, magistral como todo lo que escribes

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