Amamos aquellas historias que nos hablan sobre imperios destruidos y grandes personajes que dejan atrás vidas grises y cotidianas para elevarse a figuras legendarias, así hayan construido su nombre por medio del crimen, muerte y sangre. De igual manera, sentimos una extraña fascinación por su caída, el momento en que sus reinos se derrumban como un castillo de naipes y llegan de manera implacable las consecuencias por sus actos.
El cine, la literatura y
ahora la televisión nos han ofrecido múltiples historias de este tipo, y si en
el pasado la figura emblemática de este arquetipo era Michael Corleone,
protagonista indiscutido de la trilogía de El Padrino, dirigida por Francis
Ford Coppola y escrita por Mario Puzo; en la actualidad la historia de Walter
White, narrada en la serie Breaking Bad, creada por Vince Gilligan, parece ser
su heredera directa.
¿Qué tienen en común un maestro
de química diagnosticado con cáncer que cocina metanfetaminas en Nuevo México y el
capo de todos los capos de la mafia de Nueva York? Vamos a descubrirlo….
ATENCIÓN SPOILERS DE LA
TRILOGÍA DE EL PADRINO Y LA SERIE BREAKING BAD
11.) Puntos de quiebre para unas vidas
demasiado cotidianas
Walter White era un apacible
profesor de química que llevaba una vida relativamente normal; Michael Corleone
a pesar de ser hijo del mafioso más importante de NY, le daba la espalda al
negocio familiar y renegado de su apellido. Ambos tenían planeados dedicarse a cimentar
sus propias familias (Michael casarse con Kay y Walter criar a sus dos hijos),
pero golpes del destino hacen que sus planes cambien por completo.
En el caso de Michael, su
padre Vito, recibe un atentado de Virgil Sollozo, un mafioso rival que pone en
jaque a toda su familia y en donde él se revela como la única persona apta para
salvarlos a todos (sus hermanos son muy temperamentales o demasiado pasivos); mientras que
Walter recibe la noticia que tiene cáncer de pulmón inoperable, le queda poco
tiempo de vida y no tiene suficiente dinero
para dejarle a su esposa embarazada y su hijo adolescente.
¿Qué hacer cuando la vida
parece cerrar todas las puertas y la única opción para un mejor futuro se
encuentra en hacer cosas que nunca imaginaste? Ellos deciden cruzar la línea de
lo legal para hacerlo. Él uno decide eliminar la amenaza que intentó eliminar a
su padre, mientras el otro con la ayuda
de un antiguo estudiante decide preparar droga ilegal. El problema es que una
vez se da un paso en el mundo del crimen
no hay vuelta atrás.
2
2.) Justificar lo injustificable
Ambos personajes se
excusarán hasta la saciedad diciendo que todas sus acciones las hicieron por sus familias, por querer
salvarlas y vengarse (caso Michael) o por dejarles suficiente dinero una vez la
enfermedad hubiera acabado con él (Walter); y si bien en un principio creyeran
en esta justificación para traficar, asesinar y mentir, conforme va pasando el
tiempo, el ego, la ambición y la sed insaciable de poder van convirtiendo este
pretexto en algo tan flojo que ni ellos mismos creen, a pesar de seguirlo
argumentando ante quienes aman de manera ridícula.
Quizá lo que ejemplifica esto es
que ninguno de los dos es capaz de salirse del negocio una vez ‘han salvado’ a
la familia. Michael acaba con las cabezas de las Cinco Familias de Nueva York ,
ya no hay nadie que dude del poder de los Corleone ni que se atreva a amenazarlo;
por su parte después de la muerte de Gus Fring, Walter White tiene suficiente
dinero para que sus seres queridos no vuelvan a pasar nunca necesidades (rechaza
los cinco millones de dólares que le
ofrecen para abandonar el negocio) pero ninguno es capaz de retornar a esa vida
sin preocupaciones que ya consideran inconcebibles.
El orgullo ha ganado la
partida, ambos prometen salirse de sus negocios sucios, sólo quieren seguir otro
rato, afianzar el negocio, conseguir un poco más de plata y siguen esgrimiendo
su triste pretexto de manera patética aunque saben que no lo van a hacer y
cuando decidan que ya es suficiente será demasiado tarde para todos.
33.) Un alias que da identidad y poder
Michael Corleone es
simplemente el tercer hijo de un capo de la mafia que no quiere saber del
negocio; Walter White, un profesor de química al que todos miran con una
compasiva sonrisa. Son inofensivos, pueden ser buenos amigos o familiares pero
no pueden causar terror o ser respetados.
Por ello, deciden construir
una especie de alter ego, una personalidad alterna que genere ese
reconocimiento que ellos no han obtenido. Quizá el caso más notable sea el de
Walter White que se enfunda un sombrero negro, unas gafas ridículas y se hace
llamar Heisenberg. En ese momento su mirada cambia, su voz se llena de soberbia
y no nos recuerda al querido profesor en ningún aspecto. En el caso de Michael
es simplemente un título, el de Padrino, jefe indiscutible de la mafia, sin
embargo, al final de la primera película, cuando se afianza en este título vemos que es
un hombre diferente, capaz de las cosas horribles que hará en el futuro.
Ambos hombres se solazan con
sus alias, lo convierten en una extensión de sus personalidades, lo exhiben con
orgullo. No hay sino que ver como Michael le miente cínicamente a su esposa
para después ser alabado por sus lacayos o como Walter después de presumir de
algunos de sus crímenes exige que digan su nombre, (Ese Say my name que ordena
a un potencial socio…)
Pero ambas escenas son tan maravillosas
que es inevitable no recordarlas….
44.) No retorno
Llega un momento cuando ambos
personajes deciden salirse del negocio. Quieren retornar a sus vidas normales y
honorables, hacer borrón y cuenta nueva, un acá no ha pasado nada, pretendiendo que toda la sangre derramada sea
arrastrada por el viento y el agua. Pero no nos engañemos, si estos personajes deciden retirarse de esta vida no es porque se arrepientan de sus actos sino porque se les acaba el tiempo de vida (El Padrino ya está viejo y cansado y a Walter le retorna el cáncer) sin embargo, olvidan que todos los actos cometidos tienen consecuencias y que la senda que decidieron seguir no acepta un simple NO como respuesta.
A eso hay que sumarle que han sido de tal tamaño sus pecados que se han quedado prácticamente solos, sin amigos, sólo cómplices, y han generado tanta rabia y resentimiento en sus víctimas que ellas no descansarán hasta verlos acabados.
A eso hay que sumarle que han sido de tal tamaño sus pecados que se han quedado prácticamente solos, sin amigos, sólo cómplices, y han generado tanta rabia y resentimiento en sus víctimas que ellas no descansarán hasta verlos acabados.
En el caso de White, cuando
Hank descubre quién es en realidad ese hombre que tantas veces ha entrado en su
casa y compartido su comida, jura atraparlo a toda costa; Walter quiere evitar lastimar
a su cuñado pero no tiene en cuenta toda el odio y el resentimiento que ha generado
en él, y si a eso le sumamos el factor
Jesse Pinkman, su socio, su amigo, a quien tantas veces le salvó la vida pero a
quien manipuló otras mil más, logrando
que de la admiración y el aprecio se
convirtiera en desprecio y ganas de venganza, todo detonará en una explosión que será una tragedia
en todos los sentidos.
Para El Padrino las cosas no
son muy diferentes. Después de una vida dedicada al crimen quiere legalizar sus
negocios, dejarlo todo atrás. No tiene en cuenta que nadie cree sus palabras,
los otros mafiosos prefieren “mandarlo a Belice” que arriesgarse a un posible
regreso, incluso contratando un helicoptero que cumpla este fin. Hay una escena donde Michael está hablando con su hermana y su abogado
y refleja toda la frustración rabia e impotencia de no poder salirse de ese
mundo.
55.) Final solitario
Como hemos dicho antes La familia, es su grito de batalla, la
excusa para envenenar niños, matar inocentes, poner bombas, mentir, robar y
planear golpes maestros. Pero si miramos el final de nuestros amados y odiados
personajes nos damos cuenta que esas personas, las más amadas son quienes sufrirán
con mayor dureza el retorno de la ola.
Walter White, más conocido
en el bajo mundo como Heisenberg, pretendió hasta el último minuto mantener a
su familia unida, que su secreto muriera con él. Al ver que esto era imposible
y que Hank estaba al tanto de su pista prefirió ser capturado a lastimar a su
cuñado y sin embargo, la vida le deparaba un duro revés al ser testigo de cómo
la banda de neonazis que él comandó, le metía a su familiar un
tiro en la cabeza En una de las escenas más conmovedoras
de la serie vemos como Walter prefiere de manera infructuosa entregar todo el
dinero que ha ganado con tal de evitar una muerte inminente de su ser querido.
A partir de ese momento la
bola de nieve será irreversible. Su familia se entera y lo culpa, es odiado y maldecido por todos, su hijo amado le grita en la cara que debería morirse
y que no quieren ese dinero manchado con sangre. Walt huye y es tanta su
soledad que llega al extremo de regalar diez mil dólares a un desconocido por una hora de compañía.
En el caso de Michael
Corleone la situación es mucho más triste. Él mismo ordena el asesinato de su
propio hermano (un acto que nunca olvidará como veremos en la tercera parte, en una
gran escena donde confiesa sus pecados a un sacerdote bueno), sus hijos le
temen, su esposa a pesar de amarlo no vuelve con él por quien ha sido y al
final, como un castigo peor que la muerte, Mary Corleone, su hija, la luz de
sus ojos, es asesinada ante sus ojos.
Ambos mueren solos, de
manera miserable. Si bien es cierto que Walter regresa para vengar la muerte de
su cuñado y liberar a Jesse y Michael se queda viviendo en Italia, ambos
acabaran completamente solos, sin nadie que los llore, pensando una y otra vez
si toda la plata y el poder sirvieron de algo y ahogados en recuerdos de épocas
que ellos mismos asesinaron.
Ambos finales son obras de
arte que es imposible dejar de verlas una y otra vez:
Muy buen artículo! Mira que me habías dicho veces que lo leyera, y por fin lo hago... siento haber tardado!
ResponderEliminarLo único que no he leído ha sido el último punto. Resulta que a día de hoy todavía tengo que verme la trilogía de El Padrino. :/
Me ha gustado mucho cómo comparas a los dos personajes y los diseccionas, en muchos puntos de vista coincido contigo.
Felicidades por el artículo! :)