jueves, 14 de junio de 2012

Siete pasos poco ortodoxos para superar un mal de amores

El amor… un día de primavera que se prolonga indefinidamente. Los trinos de los pájaros son más dulces, los aromas más agradables; hasta el vecino que te odia te mira con afecto, mientras el sol sale resplandeciente y la felicidad no cabe en el pecho.
Enamorarse es la sensación más maravillosa del mundo entero, ¿cierto? FALSO. Según estudios científicos este acto no es otra cosa que liberar toxinas y desatar sustancias químicas como la dopamina.
Los síntomas de esta enfermedad son terribles y se manifiestan por medio de películas románticamente mediocres, flores de todos los colores, olores y sabores, chocolates con forma de corazón y poemas tan mal escritos que ni siquiera un político podría hacer aposta; eso sin contar peluches, tarjetas y otras manifestaciones de este nefasto virus.
Una vez que uno de los miembros decide terminar, a quien de ahora en adelante denominaremos como el cabrón/la cabrona para evitar mencionar casos particulares, el otro queda con el corazón roto. A nivel científico podría decirse que le han suspendido de manera radical su suministro de drogas.
El pobre sujeto queda como un alma en pena, es un pobre yonqui  del afecto, un drogadicto vil y miserable que no dudará en arrastrarse hasta el cabrón /la cabrona quien se le reirá en las barbas mientras se besuquea con su mejor amigo; con el cual  acuerda irse de vacaciones a ese lugar paradisíaco que habías planeado con tantos meses de anticipación y en el que ya habías solicitado reserva desde hace tres meses, cuatro días y treinta y dos horas. (El caso anterior es meramente especulativo, desde luego).
Pero no hay que sufrir. Aunque el  proceso de desintoxicación puede ser extremo, Piso 13 tiene en exclusiva algunos consejos que pueden ser de utilidad en este terrible momento.

 (Piso 13 no se responsabiliza por el ingreso a la cárcel, manicomio, hospital, exorcismos o demás consecuencias en caso de que el tratamiento no de los resultados esperados).



1.) Consigue a quien atormentar Puede ser un número telefónico al azar al que puedes llamar diariamente cada media hora y colgar apenas contesten a partir de las tres de la madrugada hasta las ocho de la mañana.  Capturar a un insecto —al que desde luego le pondrás el nombre de tu ex— y procurarle dolorosas torturas cada cierto tiempo.  Si tienes poder sube los impuestos, inventa nuevos trámites, aumenta la edad de jubilación, echa tijera a la educación, a la salud o sal a matar elefantes inocentes.  Con esto se demostrará que si tú eres infeliz, el mundo restante también puede serlo.

2.) Probar un dolor mayor: Si el peso en el corazón es tan grande que no te deja dormir, comer o trabajar, tranquilo. Abandona la cama, seca las lágrimas, sal al bar más cercano que encuentres y emborráchate como una cuba. Busca a la mujer más hermosa del lugar. Antes de eso asegúrate de que tenga novio y sea el tipo más fortachón del lugar. Acércate a ella y compórtate de la manera más vulgar que puedas. Búrlate del fortachón. No te defiendas ante sus golpes. Ríete en su cara de lo ridículo que se ve con esa chaqueta de cuero. Al otro día, en el hospital, con la nariz destrozada, un hombro dislocado  y varias costillas rotas, comprenderás que hay dolores mucho peores que el de un corazón roto.

3.) Sal de la casa: Arréglate, ponte lind@. Sensual. Sal de casa. Encuentra a la persona más deseable de la fiesta. Ve que no tenga novio. Haz uso de tus encantos naturales. Sedúcela. Sácala de la fiesta. Llévala al motel más costoso de la ciudad. Bésala como si el mundo se fuera a acabar. Desnúdala. Vístete y vete dejándola hecha un mar de preguntas. Esto servirá para que por lo menos otro ser en el mundo comprenda que la vida no es justa.

4.) Juega con el cabrón /la cabrona: Toma una foto, amplíala. Imprímela varias veces. Puedes poner su cara en el tablero de los dardos, pegarlos en platos que después irán a ser destrozados cuando aprendas a disparar tiro al blanco. Imprímelos en el papel higiénico así podrás hacer literalmente lo que él/ella hizo con tu corazón. Esto servirá de... nada. Esa persona es una cabrona y lo merece.

5.) Escribe: Está bien;  todos sabemos que no eres un García Márquez, un Stephen King, o una JK Rowling y que lo único que has redactado han sido esos horribles ensayos que se basan en un 90% en la wikipedia. No estamos buscando que tu obra sea publicada, pero escribir sirve para relajarse, para expulsar todo el veneno en la piel que llevas guardado. Hazlo con humor, ¿presumía de un cuerpazo, pero era pura grasa al más puro estilo de Jabba the Hutt la cabrona? ¿O el cabrón tenía los dientes más separados que el Gran Cañón? Eso da buen material. Escribe para ti, vengándote a tu manera, sin esperar nada a cambio. ¿Quién sabe? A lo mejor algún día podrías publicar tu historia. Si Paulo Coelho, Cuauthémoc Sánchez y Stephanie Meyer pudieron hacerlo ¿por qué tú no?

6.) Ejercicio: Dato científico: hacer ejercicio puede liberar norepinefrina y endorfina las cuales neutralizan las terribles toxinas del amor. Haz  ejercicio así no quieras. Sí para olvidar esa persona debes hacer como Forrest Gump y atravesar todo el maldito país corriendo, no lo dudes y hazlo. Por lo menos eso te asegurará un buen cuerpo y podrás conseguir a alguien mejor quien te abandonó.

 7.) Triunfa: Ponte como meta triunfar en la vida. No por la persona que se fue sino por ti mismo. La  vida no puede depender de otra persona. Si ella se fue,  es su problema;  no sabe que se perdió a un ser maravilloso que podría ayudarla a crecer como persona.
Que esta crisis te ayude a replantearte la vida. Llora lo que tengas que llorar. Deprímete. Comete toda una tienda de helado si eso te tranquiliza. Pero seca las lágrimas, deja el  pijama en tu cuarto y levántate, surgiendo más fuerte, más seguro, mucho mejor que antes y así aprenderás que lo más importante eres tú y que luego vendrán mil cosas mejores para ti.

Artículo publicado originalmente en la revista digital argentina Piso 13: http://www.pisotrece.com.ar/index.php/entretenimiento/195-siete-pasos-poco-ortodoxos-para-superar-un-mal-de-amores

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