Historia
de dos ciudades
Charles
Dickens
Editorial
Random House Mondadori (DEBOLSILLO)
425
páginas
No había tenido el placer de leer a Dickens.
De él, conocía su famoso Cuento de Navidad, llevado a la pantalla grande en
numerosas ocasiones y su Oliver Twist del que incluso hay una versión animada de
Disney. Sabía que era un brillante
escritor cuyas novelas, la mayoría de ellas publicadas por entregas, causaban
verdadera conmoción en el Londres del siglo XIX. La novela que encontré me dejo
con la boca abierta…
El texto comienza como una historia de
misterio, en donde un hombre, el doctor
Manette, que ha sido prisionero por más de diez años en la Bastilla, en la
Francia previa a la revolución francesa, es rescatado de las garras de la
locura por su hija y un buen amigo, el doctor Lorry.
El buen hombre es llevado a Londres donde empieza a curarse del daño físico y psicológico al que fue sometido por sus torturadores y donde conoce al joven Charles Darnay quien se casará con su hija, Lucie, pero quien esconde un secreto que está conectado con su pasado.
Mientras esto ocurre en Inglaterra, en
Francia empieza la revolución y el odio y el germen de décadas de pobreza,
maltrato y una aristocracia corrupta y amoral estalla con la fuerza de un tornado implacable. La
muerte y la sangre empañan los ideales del amor, la igualdad y la fraternidad y
los excesos no se hacen esperar. ¿Qué pasará cuándo Charles Darnay se vea
obligado a volver a su patria para salvar a un antiguo criado y sea condenado a
muerte por ser un ‘enemigo de la república’? ¿Podrá el doctor Manette y su
familia sobrevivir al horror y el resentimiento?
Este es un relato que son dos relatos. El
primero de ellos es la historia de una revolución. De su origen en la
depravación y la indolencia de la clase dirigente, de su ineptitud y arrogancia
tan parecida quienes a nos dirigen en la actualidad (por lo que no dejo de
pensar si sería posible que la situación se repitiera en Colombia y creo que en
este momento no, pero si la soberbia de estos parásitos sigue así, no dudo que
en un futuro pasará) y de cómo fueron ellos quienes engendraron a la bestia que
habría de cortarles la cabeza.
Pero una vez que los miserables se han tomado
el poder, que han logrado desbancar a quienes los oprimían, se desencadenan las
puertas del infierno. Replican las mismas injusticias que ellos mismos sufrían;
sus excesos y su voracidad por la sangre no tienen límites, sin importar a
quien tengan que ejecutar o si son inocentes o culpables.
Esta situación me hace pensar en el resto de
revoluciones que han existido y existirán, y que tienen la misma situación que
la que describe Dickens de manera magistral. Si no me creen vean los excesos de
la revolución rusa, de la china, de la cubana y mucho me temo que lo mismo
ocurrirá con la floreciente primavera árabe.
La segunda historia que nos cuenta Dickens es
más personal y le da la razón a un buen amigo quien me decía que todas las
historia hablaban de amor. Pero permítanme presentarles a un personaje que me
había olvidado mencionar: Sidney Carton.
Él es un personaje de dudosa procedencia, de
malos hábitos y peores referencias. Pese a ello es el verdadero protagonista de
esta novela. Sidney está enamorado de
Lucie Manette, quien ha dado su corazón a Charles Darnay, pero quien comprende sus
sentimientos y le ofrece su amistad
sincera.
¿Puede un hombre ‘malo’ cometer un acto de
infinito amor? ¿De redimir su alma? La novela dará su respuesta con un final
que es conmovedóramente hermoso.
Lean esta novela, recomendadísima….
Algunos apartes…..
“Era
la mejor y la peor de las épocas, el siglo de la locura y de la razón, de la fé
y la incredulidad; era un periodo de luz y de tinieblas, de esperanza y
desesperación (…) era, en una palabra, un siglo tan diferente del nuestro que,
según la opinión de autoridades muy respetables, sólo se puede hablar de él en
superlativo, tanto para bien como para mal”.
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-Sí –respondió-, tengo pocos años, pero la senda
que he seguido no conduce a la vejez.
Pero ¿por qué hemos de ocuparnos de mi persona?
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“Lo
que hago hoy es infinitamente mejor que cuanto habría hecho en el porvenir, y
por fin voy a gozar del descanso que nunca he conocido”
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“Veo
salir de este abismo una ciudad espléndida y una nación gloriosa, y veo que
esta nación, con sus luchas para conquistar la libertad, con sus triunfos y con
sus derrotas, expía gradualmente y borra después para siempre los crímenes de
esta época sangrienta y de los tiempos antiguos que engendraron estas venganzas”.
He tenido el placer de leer Oliver Twist y David Copperfield, y solo tengo buenos recuerdos de esas dos novelas. Dickens era un maestro, y no son pocas las novelas de él que me gustaría leer. Lástima el tan poco tiempo y las tantas novelas pendientes, pero espero más pronto que tarde poder regresar a la inigualable prosa del gran Charles...
ResponderEliminarMe llama especialmente la atención "Casa Desolada", que tiene cierta importancia en una obra de Stephen King... ;)
Un abrazo!